Este domingo serán las elecciones generales que definirán quien gobernará al Perú en los siguientes cinco años. La primera tarea deberá ser la reactivación de la economía peruana, pues continúa en proceso de desaceleración. Ello significa que el crecimiento económico, medido por la tasa de variación del producto bruto interno (PBI), crece a un ritmo cada vez más lento. La tendencia es clara. Luego de crecer 8.5% en 2010, en medio de un entorno externo favorable, en 2015 apenas ascendió a 3.3%. Una metáfora puede ser útil: si usted está manejando por una autopista a 100 kilómetros por hora, lo que está ocurriendo es que en los últimos años, la velocidad la ha reducido de manera paulatina. Ahora lo hace a 60. Si volvemos a la economía, ello significa que las empresas venden menos de lo que producen, el gobierno recauda menos de lo que esperaba, etc. El resultado es la postergación de decisiones de consumo e inversión. Las personas dicen, “prefiero no gastar ahora, pues estoy vendiendo menos y tengo menos ingresos, más adelante lo haré”. Es cierto que no todas las empresas “sienten” la desaceleración en la misma magnitud.
¿Necesariamente es malo? No. Volvamos a la metáfora. ¿Qué haría usted si llega a un tramo de la autopista que está en mal estado? Lo lógico es manejar más lento, pues de insistir en la velocidad previa el riesgo de un accidente o de malograr el auto es mayor. ¿Y qué pasa si desacelera porque cree que más adelante habrá problemas en la autopista? En este último caso, la expectativa o “lo que cree que va a pasar” genera el freno.
¿Cuál es el origen de la desaceleración de la economía peruana? La reducción de las exportaciones y de la inversión privada, motores del crecimiento económico peruano. Veamos algunas cifras. En 2015 las exportaciones aumentaron apenas 3.5%. ¿Qué ha pasado? Los mercados de destino ya no nos compran lo mismo que antes. Ni Europa, ni Estados Unidos, ni China, ni Chile. La economía mundial se encuentra en un período de turbulencia.
El segundo factor es la caída de la inversión privada de -4.4% en 2015. Si vamos un poco más atrás, observamos que luego de crecer a tasas por encima de 12% anual, tanto en 2011 como en 2012, en 2013 solo aumentó 3.9%. Problemas de expectativas, anuncios confusos del gobierno, falta de liderazgo político, entre otros, destacan como problemas internos que redujeron la confianza de los inversionistas “más allá de los números”. Nadie invierte en un entorno incierto.
Todo esto, a pesar que tanto el MEF como el BCR actuaron en los últimos años. El MEF planteó un programa de estímulo económico que no estuvo basado en un crecimiento de la inversión pública como ocurrió en 2010, sino en facilitar una serie de aspectos que entorpecen el crecimiento de la inversión privada. Por ejemplo, reducir la “tramitología”. La dirección es la correcta, pero los efectos de esas medidas solo se verán en el mediano plazo. También el MEF amplió, la disponibilidad de la compensación por tiempo de servicios (CTS) del excedente de cuatro sueldos. Fueron medidas de corto plazo que tuvieron como objetivo que la población aumente el gasto de consumo. La idea es que las personas gasten más para que las empresas produzcan más. Sin embargo, tomando en cuenta las deudas que tienen, así como las expectativas, ¿lo hicieron o aprovecharon para pagar deudas?
Por su parte el BCR redujo las tasas de encaje en soles para implementar una política monetaria expansiva. Poner dinero en los bancos no asegura que vaya a ser prestado, pues los niveles de deuda de las familias ya se encuentran altos. Lo cierto es que al BCR parece que le preocupa más el crecimiento que la inflación: la impresión es que estaría dispuesto a aceptar una inflación que se ubique a fin de año por encima de la meta (2% +/- 1%), como ocurrió en 2015 (4.4%), pero a cambio de ello enfrentó la desaceleración.
Tanto el MEF como el BCR buscan ahora que aumente la demanda interna. Lo positivo es que ya aceptaron el problema, luego de negarlo durante un buen tiempo. Y eso es mejor que nada. Sin embargo, una auténtica recuperación solo viene con mayor inversión privada, en todos los niveles; y para ello faltan reformas. ¿Será capaz el nuevo gobierno, luego de una campaña caracterizada por los insultos más que las propuestas, de retomar el crecimiento de la economía? ¿Cómo lo harán en un contexto externo desfavorable?
COMENTARIOS
Una analogía perfecta. Como siempre explicas lo difícil de forma que todos podemos comprender lo que ocurre.
¿Qué ocurrirá a partir de la próxima semana?
La pregunta es otra. ¿Habrá una autopista bien pavimentada y bien señalizada o caeremos en una carretera en construcción?
Yo elijo una buena autopista, de calidad probada y comprobada. Tengo la certeza que la otra autopista, la que no está probada nos llevará, quizás a la selva, por zonas infectadas de narcos y de mineros ilegales…
Siempre es mejor conducir con buenos planos y por pistas conocidas.
Carlos, es un análisis de la coyuntura interesante, pero ¿cuánto de culpa tiene el gobierno en esta des aceleración?, no creo que es mucho. Los reflejos del MEF en la medida de las posibilidades de caja fiscal ha hecho lo que puede, sin comprometer sustancialmente el fondo de estabilización, ya que utilizarlo sería un despropósito, nuestra economía está sujeta a shocks casi en forma permanente, sería un pésimo mensaje a los inversores privados, aumentaría el riesgo y la incertidumbre. Pero lo cierto, es que el problema central viene del exterior, y está en lo que hace la FED, ellos anunciaron el alza de la tasa de interés de política (dinero más escaso), y las bolsas se cayeron, y con ello los deseos de invertir, ya que apareció un exceso de demanda de dinero y por tanto surge de inmediato un exceso de oferta de activos y bienes, los precios de los minerales, petróleo, alimentos se vinieron abajo y también los precios de los activos, la inversión no solo se cae en el Perú, sino también en el resto del mundo y en especial de China, nuestro principal socio comercial. El valor de nuestras exportaciones bajó, la recaudación bajó, y el déficit fiscal creció cerca del 3% PBI y también la deuda que va rumbo al 25% PBI. Dado que los rendimientos de los activos en EEUU tienden a aumentar, y con exceso de demanda por dólares, comenzaron a salir los dólares del Perú, y con ello el tipo de cambio subió y la inflación trepó a más de 4%. En este ambiente internacional desfavorable para el Perú, es lógico que se cayeran las exportaciones y las inversiones y con ello se trajo abajo el crecimiento. Es probable que en este mes suba la tasa de interés la FED, ya lo anunciaron, el tipo de cambio en el Perú nuevamente comenzó a subir, y nuestra bolsa a caer al igual que las demás. Entonces, con este panorama, no podemos hacer mucho para recuperar las inversiones y las exportaciones, desgraciadamente al igual que Chile somos muy vulnerables por la fuerte concentración de nuestras exportaciones en minerales, situación que se debe cambiar.
Es cierto lo que mencionas, que el MEF trató de hacer una política contra cíclica en el último trimestre del 2014, bajando impuesto a la renta, e impulsando el gasto fiscal. Lo curioso, es que el MEF cree que tiene un multiplicador del gasto muy alto (1.7%), lo cierto es que los multiplicadores en promedio son de 0.5% en los países desarrollados y en desarrollo, es por eso que no se reactivó la economía, y sobre todo tal como mencionas, el mayor gasto disponible fue para pagar deudas, otro poco para mejorar marginalmente el empleo en China y un poco para aumentar el PBI. Creo que en estos tiempos tenemos que tener cuidado en la calidad de la inversión pública (no debemos de invertir todavía en refinerías, hidrocarburos, la inter oceánica etc), hay otros proyectos con más rentabilidad social. Tenemos que tener cuidado en las alzas del salario mínimo, estas tienden a aumentar la informalidad. Creo que el mejor mensaje que se le puede dar a la inversión es bajar el déficit fiscal y mantener la deuda y efectuar las reformas que solicitas.
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