En un blog anterior había comentado sobre la desesperanza o la indefensión aprendida; fenómeno que ocurre cuando el cerebro animal o humano se acostumbra a una condición negativa que lo imposibilita a ver posibles soluciones o salidas a situaciones adversas. Para combatir este fenómeno y conseguir niveles aumentados de felicidad, Nic Marks, estadista inglés y creador del Happy Planet Index, propone 5 caminos universales que movilizan los niveles de felicidad de las personas. Estos caminos son universales debido a que son válidos y aplicables independientemente de la cultura que los aplique. Los caminos son: Conectarse, Manterse Activo, Seguir Aprendiendo, Atención y la Entrega.
En esta ocasión quisiera profundizar el camino de la Entrega:
El camino de la entrega está relacionado con el hecho de dar sin esperar nada a cambio. Propongo un momento de reflexión: ¿El dinero es capaz de comprar la felicidad? Piénsenlo un momento. Personalmente, a esta pregunta yo hubiera respondido que no; sin embargo, hace algunos días tuve la oportunidad de escuchar una conferencia TED donde Michael Norton, profesor de negocios en la Universidad de Harvard mantenía que el dinero si tiene la capacidad de comprar la felicidad. ¿Cuándo? En tres ocasiones muy marcadas. La primera ocasión está relacionada al hecho de que el dinero nos ayuda a cubrir necesidades básicas. Si nuestras necesidades básicas (seguridad, refugio, alimento y salud) no están cubiertas, no es posible desarrollar los niveles de felicidad. En otras palabras, cuando nos encontramos en un estado de supervivencia no cabe espacio para la búsqueda de felicidad. La segunda ocasión en la cual el dinero tiene la potestad de “comprar felicidad” es cuando lo gastamos en experiencias gratas en lugar de en cosas materiales. Está comprobado que imaginar una vivencia o recordarla, hace que las mismas funciones del cerebro que se activaron al vivir esa experiencia se activen de la misma manera. Para brindar un ejemplo, las funciones del cerebro que se activaron al vivir una cena al borde de la playa con una persona especial son las mismas que se activan cuando imaginamos o recordamos vivir aquella misma experiencia. Es por este motivo que todas las experiencias positivas que han quedado grabadas en nuestra memoria nos permiten “revivir” aquello que sentimos en esos momentos. Finalmente la tercera ocasión está ligada con la generosidad. Existen varios estudios que demuestran que cuando gastamos dinero en otras personas, sin esperar algo a cambio, los niveles de felicidad son mucho mayores que cuando lo gastamos en nosotros mismos. El acto de la entrega no solo se limita al dinero sino también al hecho de compartir un gesto amable, una sonrisa, unas palabras de ánimo, un cumplido, una felicitación, entre muchas otras posibilidades. En el mundo corporativo, la entrega está siendo incorporada como pilar clave para brindar sostenibilidad a varios modelos de negocio. Uno de los ejemplos más representativos de un modelo de negocio que se reinventó gracias al camino de la entrega fue identificado por Shawn Achor en su libro “Before Happiness”; el caso de Ochsner Health Service. Está empresa dedicada a la salud tiene su matriz ubicada en el Sudeste de Louisiana y fue profundamente afectada por el desastre que causó el huracán Katrina. Los directores de la compañía identificaron que la estrategia que debían asumir para salir de la crisis debía estar basada en proporcionar una calidad de servicio excepcional. Para los directores resultaba irónico que al pensar en hospitales, la gente los relacione con enfermedades, lugares desagradables, fríos y poco amigables cuando en realidad acudimos al hospital para curarnos y sentirnos mejor. Un hospital entonces, por el contrario, debía ser amigable, servicial y cálido. Definido esto último, Ochsner solicitó ayuda a uno de los representantes máximos de la calidad de servicio en el mundo, al Hotel Ritz Carlton. El hotel, después de un análisis exhaustivo compartió una receta sencilla con Ochsner denominada el método 10 – 5, lo cual consiste básicamente en hacer contacto visual y sonreír a una persona cuando se encuentra a 10 pies de distancia y sonreír y saludar cuando se encuentra a 5 pies. Sencillo como es el método, su intención es proporcionar apoyo social entre empleados y pacientes. El resultado de capacitar a 11.000 empleados para que apliquen esta simple técnica fue poderoso; un incremento del 5% en visitas únicas a pacientes, un incremento del 5% en la probabilidad de que un empleado recomiende a la organización y un incremento significativo en las calificaciones que usualmente obtiene como proveedor de servicios médicos. Gracias a esto y a otras iniciativas Ochsner es hoy una empresa que sostiene un crecimiento sostenido y saludable. El camino de la entrega es uno de los más poderosos para desarrollar los niveles de felicidad de las personas. Es un camino que nos invita a pensar en otros antes que en nosotros mismos y sin que lo esperemos promete bienestar sostenido en el largo plazo. En palabras sencillas, es un camino que vale la pena recorrer.
Redactado por Emmanuel Lepoutre
Basado en las enseñanzas de Shawn Achor y Michael Norton
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