En la presente entrada he preferido tratar el tema de firmas corporativas de la tecnología vinculadas a la Inteligencia Artificial (IA). La motivación se encuentra particularmente con lo acontecido por Microsoft. La industria de la tecnología ha sostenido un incremento de ventas notable, el ChatGPT es una de sus revelaciones, pero su potencial no queda sólo relacionada a los desarrollos en la naturaleza de la IA; sino, que va más allá. Es preciso que entendamos el fundamento de lo que se encuentra detrás de la disrupción de estos nuevos productos.

La IA Generativa (IA-G): Un mercado hoy

Para que se comprenda el potencial del producto, y los ingresos que provendrían de este, haremos un breve recorrido sobre el proceso integral que viene desarrollando hoy en el sector de la IA.

 La IA conceptualmente tiene como objeto de estudio y competencia tratar que la máquina ofrezca una respuesta siguiendo el patrón de pensamiento humano a una situación sin necesidad de desarrollar un programa para ella, de allí el nombre de artificial, porque quien lo hace no es una persona, sino, la máquina. Para tal fin, la máquina debe ser alimentada de datos y procesar dicha data para ofrecer una respuesta mejorada cada vez que sea alimentada con mayor cantidad de datos.

La IA no es solamente lo que se conoce como Machine Learning (ML), esta última es una parte de la IA. El ML o Aprendizaje Automático permite que el sistema aprenda y mejore continuamente mediante el empleo de las Redes Neuronales (RN). El ML tiene dos componentes el aprendizaje automático no supervisado y el aprendizaje automático supervisado.

 El ML en su componente el Aprendizaje Automático Profundo (Deep Learning), se estructura con RN que en sus nodos presenta capas donde almacena cantidades de datos; cuando una de las RN recibe información o señal, la procesa y transmite a otras neuronas de la red, haciendo finalmente que se remitan respuestas finales (soluciones) se multipliquen en diferentes productos.

 Ahora bien, dentro del contexto de la IA, se encuentra un desarrollo denominado Inteligencia Artificial Generativa (IA-G), la cual es un proceso de trabajo es similar al Aprendizaje Automático, es un sistema que crea contenido nuevo, como textos, imágenes, música, audio y videos; para ello su algoritmo se basa en la construcción de patrones y correlaciones. La IA-G se divide en cinco categorías una de ella es el Chatbots Inteligente, el ChatGPT es un chatbots inteligente.

 Empleo de la IA-G en las finanzas permite la prevención y detección de fraudes, gestión de riesgos de liquidez, evaluación del riesgo, generación de patrones, modelos de predicción, automatización y eficiencia operativa, entre otras cosas, en la industria de servicios financieros.

El Potencial de Mercado: La Mecánica Cuántica y Las “Finanzas Cuánticas”

Los principios de la mecánica cuántica se han aplicado a la computación de allí surge la computación cuántica relacionada con la IA, de acuerdo con el Boston Consulting Group representaría un mercado de alrededor de $ 100,000 millones.

La informática cuántica es radicalmente diferente a la informática clásica (que hoy empleamos) debido a que aquella se distingue de esta en dos factores, los cuales son: 1. El ordenador cuántico puede realizar una clasificación de datos bastante mayor a la computación clásica en menor tiempo y con mayor precisión. 2. La generación de números aleatorios realizado por la informática clásica emplea un algoritmo a partir de una fuente externa por ello los números aleatorios no son verdaderamente aleatorios; los de la informática cuántica bajo los principios de la mecánica cuántica, la superposición, genera verdaderos números aleatorios. Los ordenadores cuánticos se basan en los qubit o quantum bit que emplean simultáneamente los estados 1 y 0, mientras que el código binario clásico trabaja con sólo un estado 1 ó 0.

 Por tanto, soluciones “robustas” con el empleo de verdaderos números aleatorios aplicados a los modelos de simulación en finanzas, provenientes de la Física Cuántica, han sido el primer aporte a los modelos de riesgo, aplicaciones a valuación de derivados, negociación de alta Frecuencia (high frequency trading); a la extensión de los quantums en la automatización y solución de problemas en finanzas, es lo que denominaría Finanzas Cuánticas. Otro aspecto que resaltar en la informática cuántica, es que esta se concentra de forma importante en la encriptación, para la seguridad de los sistemas de información entre participantes de un negocio y otras aplicaciones.

Podemos concluir esta parte, que la unión de la IA-G y la informática cuántica ofrecen un potencial para desarrollo de nuevos productos y beneficios.

Microsoft y la Industria de la IA

Bajo este contexto tecnológico vemos la frontera frente a la cual se encuentra Microsoft (MSFT:Nasdaq) y firmas vinculadas a la IA.

Lo acontecido en la semana pasada con Samuel Altman, un reconocido experto en el campo de la IA, cuando salió de OpenAI y se especuló sobre su trato con MSFT; esto puso en evidencia la importancia de personajes creativos que pueden convertirse en disparador (trigger) de productos cualitativamente diferentes que impactan sobre el valor de una compañía. En efecto, el día que se rumoreaba en el mercado sobre el pase de Altman a MSFT, el precio de la acción alcanzó su máximo valor USD 379.79 desde su originación, hizo en una sobrerreacción (overreaction) de 2.69% al cierre del viernes 17 de noviembre al miércoles 22 de noviembre (gráfico N˚ 1, circunferencia en rojo).

La relación entre MSFT y OpenAI es interesante de examinar (Figura N˚ 1). OpenAI es una corporación que tiene dentro de ella una organización sin fines de lucro (Non-Profit Organization) que desarrolla investigación en IA en la cual se encuentra Samuel Altman; y MSFT es a su vez accionista minoritaria de OpenAI. Este contexto lleva a una mayor fortaleza para posteriores actividades creativas que den soporte de MSFT.

MSFT ha mostrado un crecimiento anual de las ventas (gráfico N˚ 2) satisfactorio; esto refleja en parte, el impacto del ChatGPT. Podrían haberse logrado resultados mejores de EPS (Utilidades por Acción); pero, el mercado premió a MSFT en los últimos trimestres incrementando el precio de las acciones.

Podemos considerar el perfil MSFT (tabla N˚ 1) como un estilo de inversión en crecimiento (Growth Style).

De la tabla N˚ 1 se aprecia un margen operativo cercano al 50%, bastante bueno; un bajo payout ratio, que nos haría pensar que los inversores de MSFT invierten en ella lo cual se puede corroborar con el ratio Deuda/Patrimonio de 47.8%, cuyo valor hace referencia a que recurre poco a financiamiento fuera de la corporación. Finalmente, el ratio P/E (histórico) por encima del S&P 500 y corrigiendo hacia abajo en la proyección del forward P/E.

Coincidimos en ese sentido, que si bien las tecnológicas relacionadas a la IA pueden atravesar un periodo de cierta desaceleración, la naturaleza tecnología intrínseca a ellas alimentan expectativas de crecimiento bastante relevante.