En mis últimos dos artículos, compartí con Ustedes parte de mi experiencia sobre dos temas que considero claves para la creación de prosperidad y bienestar para todos los peruanos: la diversificación productiva y el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales en el país.
Hoy quiero compartir con Ustedes probablemente la lección más importante que extraje de mi paso por el sector público: la justicia la debe producir el Estado, no el mercado.
En gran medida, la trampa económica y social en la que se encuentra el país se explica porque le hemos estado pidiendo al mercado más de lo que puede dar. La economía de mercado es el mejor modelo para producir innovación y riqueza, no justicia. Para Donald Kaul, el mercado es igual de efectivo para producir justicia que una chaveta en un conflicto. A las empresas y a la economía de mercado, entonces, debemos dejarles y alentarles a generar riqueza y ser las locomotoras del crecimiento económico en el país. Pero no les pidamos que produzcan justicia pues acabaremos desilusionados.
El Estado, por su parte, en lugar de pensar que es capaz de reactivar a la economía o acelerar el crecimiento, debe enfocarse en una de las pocas funciones que ninguna otra entidad puede cumplir en la sociedad: asegurar que la energía y el crecimiento producido por la economía de mercado beneficie a todos los ciudadanos.
Curiosamente, en el debate electoral actual, la mayoría de candidatos está dedicando la mayor parte de su tiempo a plantear propuestas para reactivar la economía. Algunos candidatos ofrecen bajar impuestos, destrabar proyectos de inversión, un shock de inversiones millonarias en infraestructura, e incrementar entre cien y doscientos cincuenta soles la remuneración mínima para activar el consumo.
Lo que ningún candidato está planteando es cómo lograr que ese crecimiento sea con justicia e igualdad. Y esto es especialmente importante pues el verdadero rol del Estado es guiar al país hacia un equilibrio entre el crecimiento económico y la justicia.
Si eres de los que piensas que hablar de justicia es una pérdida de tiempo, escuchar a Margrethe Vestager, la jefa de la agencia de competencia europea, podría abrirte los ojos. Con gran elocuencia, Vestager suele preguntarle a los cientos de asistentes a sus presentaciones, si les gustaría vivir en un mundo donde las empresas puedan ponerse de acuerdo para cobrarle a los consumidores precios artificialmente altos. Seguramente se te vienen a la cabeza varios ejemplos aplicables para el caso peruano: algunos que ya tienen décadas sin resolverse como el caso del pollo y otros más recientes como el del papel higiénico y los balones de gas. Eso explica que Martha Martínez del Banco Mundial, señale que los casos de cárteles que se investigan en América Latina representen al menos el 20% de los gastos promedios de un hogar en estos países.
No hay una solución mágica para que el Estado sea capaz de producir más justicia en el país. Sin embargo, existe al menos una que podría jugar un rol clave en las próximas décadas y sobre la que me habría encantado ver pronunciarse a los candidatos presidenciales: el fortalecimiento de los entes que ejercen algún tipo de regulación y las salas del Poder Judicial especializadas en temas económicos.
La complejidad de las transacciones que se realizan en una economía debe reflejarse en la fortaleza que tienen sus reguladores y en la forma de organización que estos tienen. Hoy se sigue monitoreando mercados y supervisando las concentraciones, las posiciones de dominio, las fusiones, las vinculaciones empresariales y las integraciones verticales con el mismo modelo operativo con el que se hacía en los noventa.
Cuatro son las cosas que se pueden hacer para fortalecer la capacidad del Estado para promover crecimiento con justicia:
Especializar a los cuerpos técnicos de los reguladores y del Poder Judicial. En los noventa necesitábamos un Banco Central de Reserva Moderno, ahora es más urgente tener equipos del más alto nivel en los reguladores y en las instancias del Poder Judicial que tienen a su cargo los temas económicos.
Pagar mejor a los funcionarios del Poder Judicial. Las decisiones que toman los reguladores llegan a un Poder Judicial débil, sin capacidades técnicas y con jueces que ganan entre diez y quince mil soles al mes pero resuelven sobre controversias que involucran millones de dólares, sin recursos para tener un equipo de asesores. Por eso, es muy sencillo para algunos sectores económicos tratar de influir sobre sus decisiones, buscando plazas alejadas donde los jueces son sorprendidos con medidas cautelares y otras estrategias legales.
Controlar y sancionar con mayor rigor la puerta giratoria en el poder (revolving door en inglés). Se entiende como tal, al paso de una persona que ha tenido un alto cargo público a una empresa privada, con lo cual se produce un conflicto de interés que afecta el interés público. De lo contrario, no se garantiza la independencia e imparcialidad de los funcionarios.
Dejar abierta la puerta a la contratación de especialistas extranjeros. Su aporte podría ayudar a acelerar el proceso de entrenamiento de los equipos técnicos, a conocer metodologías modernas de análisis, a incorporar mayor tecnología en el seguimiento de los casos, entre otros.
Las empresas deben ver en el Estado a un aliado cuando se trata de hacer negocios, innovar y generar riqueza en el marco de la ley. Sin embargo, deberían ver en el Estado a un actor implacable cuando se trate de defender los derechos de los ciudadanos como consumidores y dueños de los recursos naturales del país.
Con organismos reguladores fortalecidos y con funcionarios libres del temor a la presión de las empresas, quizás hoy los peruanos se estarían beneficiando más de la explotación de los recursos naturales, no tendríamos la alta concentración que existe en la mayoría de mercados en el país, los grupos económicos tendrían restricciones para acaparar participaciones en sectores económicos donde se generan claros conflictos de intereses y quizás los peruanos no estaríamos pagando precios inexplicablemente altos por la calidad de bienes o servicios recibidos en diversos sectores.
Sin una economía capaz de producir un crecimiento alto pero con justicia, Perú no conseguirá salir de la trampa del ingreso medio e ingresar al club de las economías de ingresos altos. Lamentablemente, todavía ni un solo candidato, de los que hasta hoy siguen en carrera ha sido capaz de articular un discurso que defienda la necesidad de que el Estado asuma su rol en la defensa de la justicia en el país, o se ha pronunciado en contra de la captura del Parlamento a manos de empresas que buscan comprar un privilegio futuro. Ojalá que en la recta final de la campaña electoral esta seria deficiencia se corrija.
COMENTARIOS
Los candidatos a la presidencia solo piensan en sus bolsillos, en realidad casi siempre fue asi, desde nuestros comienzos como republica fueron pocos los que quisieron hacer de este pais una gran nacion, todo es como una falaz mentira, engañan al pueblo con estupideces y eso porque hay demasiada gente sin educacion e ignorante, que cualquier imbecilidad que estos payasos que tenemos como candidatos les dicen enseguida les celebran, un par de ejemplos como puede ser que una mujer cuyo padre esta preso por asesino y ladron ya que se robo mas de seis mil millones de dolares, y encima que esta mujer que nunca trabajo a si que no sabe realmente cuales son las necesidades de millones de trabajadores peruanos , que se rompen el lomo trabajando por un suedo miserable y de yapa es una mujer racista que no quiere al Peru, por eso que se caso con un vago extranjero al que mantiene, el otro el chancho alan garcia se canso de robarle a nuestra nacion y ahora es un señor millonario que nuevamente quiere ser presidente y ya sabemos para que, nos lleno de delincuentes y narcos por eso que ahora el pais sufre altas tasas de delincuencia terrible, y para completar el borracho toledo, la verdad todos estos son impresentables, no confio a todos estos candidatos son casi todos una basura. Solo le pido a DIOS que se apiade de nosotros y nos envie un presidente que realmente ame el Peru y no le tenga miedo a todos estos sinverguenzas que manipulan a los jueces congrecistas y demas gente del supuesto poder ya que todos son corruptos, estoy seguro que si aparece alguien que quiera a nuestro pais, rapidamente saldriamos de esta situacion y llegariamos al desarrollo para el bienestar de toda nuestra gente.” Viva el Peru carajo, peruano hasta la muerte”.
Excelente articulo. Felicitaciones!
Gladys
Como no veo otro blog que me da la impresión que se preocupa del pais y su futuro, me pregunto lo siguiente en el caso del derrame de petroleo en la zona amazona:
Petro Peru sale a defenderse…Ministerio Medio Ambiente se propone multar a Petro Peru…Son dos entidades del Gobierno…de un bolsillo al otro…. una burla…
y mientras que se hacia mantenimiento un derrame mas y Petro Peru se defiende…que no era grave y obvio que era solamente durante mantenimiento y que no hubo danos…supuestamente! Un poco como un problema, dos problemas, tres problemas y lo que no se dio a conocer…ya se paso de coincidencias…y los dirigentes primero se defiende y no proponen medidas…hasta donde las tonterías…
De lo que he leído, habría alguien , un dirigente, un periodista que se preocupa de los danos al ecosistema y a la población…el cuidado de nuestro entorno es igual a la salud…si no tienes…no podría hacer nada…vivir
Gladys
En el idioma de Shakespeare: “Bulls Eye” !
Una excelente presentación, tocaste puntos muy débiles de la economía y de la sociedad peruana.
El uso de la palabra justicia va mucho mas alla que la gente se imagina…es en todo y debería regir los actos , leyes, reglamentos de todos y obviamente hacer lo respectar…Me parece que primero antes de todo se debería hacer una limpieza en los actos que se suman, cada vez menos relevante…Últimamente se escucha el Ministro del Medio Ambiente haciendo se el ridículo…ya habría que pagar multas…ni se tocaba los danos y mas Lima se gano el premio de la playa mas sucia de America Latina y nada, esto es sintomático. Me da la impresión que a nadie le importa usando tu palabras la justicia…Yo podría mencionar temas en cada ministerio y la finalidad no cambia…Temas tal agua, saneamiento, seguridad, salud, transporte y educación y vamos por las vacas gordas Ministerio de Defensa, y del Interior… Resultado nada de nada.
Peru estaba en una excelente posición con una buena caja de mejorar y …nada. El punto 4 me parece muy muy importante ya que se podría contemplar un asunto de ” best practices” que al mismo tiempo seria capacitación para los integrantes de los varios ministerios. Esto es una falla de los gobiernos de Peru y de otras partes, no confiar en lo de afuera…hay multitudes de gobiernos extranjeros que están listos por apoyar, capacitar, ayudar en lo de la mejores practicas. No lo que son conveniente , lo que son los mejores! Y aplicar estas lecciones…no de un solo golpe que siempre en Peru se hace, por ejemplo mejorar 10,000 institutos educativos …no seria mejor empezar con algunos y de lo aprendido , planear hasta los 10,000. Hay mucha gente capaces en el Peru, pero se van gastando en cosas sin importancia…o equivocadas! El primer paso de la justicia seria de sanear las cuentas del gobierno y de sus agencias tal Sedapal, PetroPeru, ONP y de una manera o otra despertar el bien común, hacer un pais Peru!
Y tienes razón ninguno de los partidos o postulantes a la presidencia han presentado un plan que a la vez podría mejorar el pais hablando de inversiones nacionales o extranjeras y mas importante mejorar la calidad de vida de la población..de lo que veo son propuestas una mas tonta que la otra sin poner le costos, precios…entiendo con la población del Peru hay que ser populista…pero con una buena dosis de realidad…
Te felicito, excelente post!
Nota: Seria bueno si Gestion lo dejara mas tiempo en la pantalla.
Apreciada Gladys, has planteado un problema muy interesante ¿ cómo hacer para que el Estado alcance un equilibrio entre el crecimiento económico y la justicia?
Este es un asunto complicado sobre el que los economistas todavía no podemos ponernos de acuerdo. Desde mi punto de vista tal objetivo puede alcanzarse si el gobierno logra obtener un óptimo político, es decir que al término de su gestión obtenga un nivel de aprobación máximo (superior al 50% de la población electoral). De este óptimo político puede derivarse, un óptimo de bienestar social. Teniendo en cuenta que justo es un concepto relativo diré que justo es lo que se deriva de este óptimo, es injusto lo que está en contradicción con él.
Diré algo más, la riqueza y la eficiencia de un sistema económico no está en cuanto crece su producción si no en la armonía de su funcionamiento que sustenta dicho crecimiento.
Cordialmente: G. D.
Es sorprendente su planteamiento, pero me causa incertidumbre escuchar que en algún momento de nuestra historia las ansias de riqueza puedan comulgar con las ansias de justicia. Es como ponerse un velo tan igual como la imagen que simboliza a la justicia. No querer ver lo evidente.
Pues bien, quién podria afirmar que a través de nuestra historia se haya podido experimentar la referida comulgación… esto me hace recordar lo expuesto en sentido contrario, en el libro intitulado “Historia de la corrupción en el Perú”, de Alfonso W. Quiroz, precisando que, el fraude, el cohecho, y demás actos de corrupción no son novedad del presente, ellos siempre han estado presentes en nuestra historia como rémoras o sanguijuelas desde que fuimos colonizados, y, luego de impuesto el Virreynato, se han hecho reformas frustradas que no tenían apoyo de los comerciantes que se beneficiaban del contrabando, socabados por los comerciantes y burócratas que no solamente se saciaban con sus ganancias ilícitas sino que buscaban poder para convertir en habito lo injusto.
Tenian concepcion mercantilista, hoy neoliberalismo, puesto que la finalidad de los bienes es acumular riqueza, desplazando la finalidad intrínseca de los bienes’ como lo expuso en su momento en la república Platón, que justificaba el trueque antes que la venta porque en la primera se respetaba la esencia intrínseca de los bienes (una fruta es para nutrirse, al igual que la papa, la cebolla….) en cambio en la venta ello no importa solo importa tener mas y mas monedas. Este es el meollo del Asunto.
De ello se desprende lo iluso de su planteamiento. Ajeno a todo análisis histórico de nuestra realidad.
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