Desde hace unos años, aquellos que hacen uso de Internet para sus negocios están de enhorabuena.
Internet provee información de demografía, uso, consumo y
comportamiento con precisión milimétrica y en tiempo real. Desde las
estadísticas de Google Analytics y YouTube, pasando por Facebook
Insights o los datos que se pueden contratar en servicios de terceros
para Twitter o similares, nunca se ha tenido tanta información sobre
nuestros usuarios y clientes. No hablamos de proyecciones o
estimaciones como sucede con los servicios de rating televisivo. En
buena parte de los casos, estamos hablando de medición efectiva y en
muchos casos en tiempo real.
¿Qué? ¿Qué no se habían enterado?
En efecto. Muy pocos hacen uso de esa data o lo hacen de una manera
sumamente superficial. Una de las principales razones de este hecho es
que hay una mala distribución de los recursos que se invierten en el
tema.
Mucha gente piensa que implementar analítica y medición online es
caro y difícil. Falso. Lo más sencillo es obtener la data. Está al
alcance de cualquier persona o profesional, grande o pequeño.
En muchos casos, esta data es gratuita. Usualmente si le dicen que algo
es gratis es probable que dude de su calidad. En el mundo de la data
online esto no es tan cierto. Sistemas como los ofrecidos por Google o
Facebook son gratuitos a fin de que el usuario y potencial anunciante
tengo un soporte de datos para cuando decida invertir en publicidad
con estas plataformas (Adwords o Facebook Ads).
Un servicio gratuito como Google Analytics, le ofrece 80 tipos
diferentes de reportes. Y eso es más que suficiente para cualquier
empresa. Si alguien le ofrece un servicio de analítica que cuesta
digamos, S/. 40 mil al año pregúntese cuál es la data adicional que
está obteniendo por esos S/.40 mil y si a partir de ella podrá tomar
decisiones y ganar dinero para pagar los S/. 40 mil y tener utilidades.
En la mayoría de los casos (incluso para compañías grandes), el
producto gratuito es la mejor respuesta.
Pues bien si obtener la data es sencillo y poco oneroso. ¿Por qué la gente no la usa en forma más provechosa?
No basta con saber cuántos impresiones tuvo su banner, cuantos “me
gusta” su post. Con la analítica online se debe ir más allá. La
pregunta importante es “¿Y qué”. Tengo un millón de impresiones. “¿Y
qué”, pues 1,000 personas hicieron clic. “¿Y qué?”. Pues esos clics
fueron a mi web. “¿Y qué?”. Si sus respuestas terminan aquí es probable
que usted este desaprovechando su tiempo y su dinero.
Los “¿y qué?” y las respuestas deben continuar hasta algo concreto: una
venta, un formulario de registro completado, un correo electrónico y la
autorización del propietario para utilizarlo, el visionado de un video
con una carga comercial o con publicidad asociada. Aplique lo mismo
para sus likes de Facebook y sus comentarios. Las preguntas “¿y que?”
requieren un gestor de negocios digitales o un monstruo de la analítica
que sepa analizar datos, profundizar y definir que ajustes de deben
realizar para mejorar los procesos e impactar en su negocio de manera
concreta y positiva.
Conseguir datos no es caro. Lo caro es interpretarlos. Si tiene un
presupuesto para implementar analítica destine 10% al software y 90% en
gente para interpretarlo. Hoy en día el valor agregado no lo dan los
datos; lo dan las conclusiones que se puedan sacar de ellos.
COMENTARIOS
Buen articulo, estoy completamente de acuerdo, asi que a interpretar la información que levantamos.
Por citar solo una limitación de Google Analytics, esta herramienta solo trackea 5 millones de paginas vistas por cuenta al mes. Para la gran mayoría de usuarios no habría problema, pero para los “gigantes” la historia cambia. Por eso hace poco se lanzó la versión Premium (esta sí se paga) que lamentablemente está disponible únicamente en Estados Unidos y Reino Unido.
Excelente consejo, usar el ¿Y qué? como resorte para gestionar el conocimiento y la toma de decisiones, y si estiramos un poco la cosa, sirve para muchos otros campos del quehacer cotidiano. (En la música está ese extraordinario ejemplo de Miles Davis y su tema So What? que parece lanzar un desafío abierto al canon musical de la época)
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