He aquí la historia de un país.
Un país líder en su región, con un PBI envidiable, una clase media que crece junto con el consumo ; donde se construyen viviendas nuevas; una potencia turística, donde, además, se come maravillosamente
Que estupendo es el Perú, dirán ustedes.
Estuve recientemente en Lima y tuve la oportunidad de reunirme con empresarios, funcionarios gubernamentales, personas involucradas en el sector educativo y estudiantes universitarios.
Casi ninguno de ellos estaba haciendo las preguntas correctas y enfocándose en aquello que es importante.
Hay sociedades que caen en el gran error de pensar que los problemas y retos institucionales o de negocios se resuelvan con comunicación. La mayoría piensa que basta con contratar a una agencia de publicidad o a un gabinete de prensa para empezar a resolver un problema.
Se asume, que se necesitan crear más avisos, publicar notas de prensa, abrir nuevas cuentas y perfiles en redes sociales y que es suficiente establecer objetivos de alcances contabilizados en ratings, centímetros impresos, números de likes, comentarios o retweets.
Esta visión postula que se deben reducir los mensajes, propuestas, productos y servicios al mínimo común denominador del público, a fin de lograr una masa critica de alcances masivos. Un público definido en términos simples: buscador de la satisfacción inmediata, básico en sus necesidades e intereses, poco dado al análisis y a la autocrítica, amante de los titulares, contenidos y mensajes que le dicen lo guapo y estupendo que es, sin señalar sus grandes defectos y falencias. Un público “emergente”, con toda la carga despectiva con que algunos usan el termino.
Eso no basta.
No es un problema de comunicación, sino de una sociedad que defiende “éxitos” como el albergar unas ruinas arqueológicas o inventar algunos platos con la actitud demagógica y chauvinista del que debe proteger su auto estima. Que se escuda en aquello de no “hay peor enemigo de un peruano que otro peruano”, para tratar de anular las criticas que lo conocen desde dentro.
Es una cuestión de organizaciones demasiado perezosas, auto condescendientes o asustadas para poner en duda lo que hacen y buscar nuevas soluciones, mercados y propuestas relevantes. Que se han acostumbrado a los “objetivos” fáciles y a un público que asumen como poco exigente.
Es el problema de un sistema educativo centrado en una visión de “negocio rentable”, que subsiste gracias a la venta perversa de que el know how práctico y técnico es la panacea, cuando en verdad estos, conocimientos están “commoditizados” y quedan atrás con el avance cada vez más rápido de la tecnología Una educación que ha olvidado que sus objetivos principales son investigar para resolver problemas, producir valor y nuevo conocimiento y dar a sus alumnos herramientas para acometer estas tareas.
Los marketeros, y sobre todo aquellos que trabajamos en nuevos medios y formas de comunicación, tenemos gran parte de la culpa.
No mostramos ningún interés por poner en duda la visión que tienen nuestros clientes del problema, la forma en cómo hacen sus negocios, cómo están organizados, o la relevancia de aquello que ofrecen a la sociedad. Nuestra postura es “ese no es mi problema” y “a mí me contratan solo para hacer marketing”.
Nos hemos convertido también en un “commodity” más. Siempre habrá alguien que prepare la siguiente estrategia, donde simplemente se intercambia el nombre del cliente, que cobre menos por gestionar una página en Facebook (con el irrelevante sello de “community manager”), o que redacte y diseñe avisos más baratos. También habrá alguien dispuesto a cobrar más con la promesa egocéntrica de ganar un premio de estrategia o creatividad. Aunque suene increíble, hay briefs que hoy en día incluyen la premisa del premio como objetivo de campaña.
¿Para qué hacernos preguntas difíciles, dirá usted?
Por cierto, ese país del que hablamos al principio no es el Perú. Es España en el 2007.
¿Cual es el valor de España como sociedad, economía o marca hoy en día? ¿Hacía donde va un país como Brasil, al que hasta hace poco todos loaban en los medios y hoy ponen en duda? ¿Qué fue de Irlanda, el tigre celta o de sus primos los felinos asiáticos?
¿Quien va a empezar a hacerse preguntas correctas y que valgan la pena más allá del marketing más superficial? Aquel marketing que cuenta los likes, retweets y comentarios del mínimo común denominador y que le hace la corte a sociedades autocomplacientes e incoherentes.
¿Vamos a esperar a que el sistema se rompa de nuevo para preguntarnos por que?
COMENTARIOS
esto hace reflexionar , gracias por el post
Excelente artículo, analizar el mercado una y otra vez para para dar al cliente la mejor herramienta, el mejor método es lo que nos toca para ayudarles con honestidad y buena voluntad. No solamente es cumplir es perseguir resultados con pasión por el trabajo. Estoy de acuerdo con lo que propones y me sumo a tu idea, por que tengo profundos deseos de que mi país siga creciendo cada vez mas.
Reciban un cordial saludo
He leído con mucho interés este artículo y coincido con usted.
Formulo las siguientes interrogantes como un llamado a la reflexión:
¿Qué riesgos existen para que el sistema se rompa?
¿Debemos seguir con este sistema hasta que se rompa?
¿Qué debemos hacer?
Atentamente,
Martín Theran
Excelente reflexión, desde mi punto de vista la pregunta es :
Podemos desarrollar como país, sin una Educación orientada a la Investigación, sin Innovación , sin Desarrollo de Soluciones y sin la creación de conocimiento realmente valioso de alcance global?
EXCELENTE COMENTARIO Y TIENES MUCHA RASON Y ESO PASA CON NOSOTROS LOS VENDEDORES POR QUE NOS PREUCUPAMOS CON VERDERLE AL CLIENTE Y NO NOS PREUCUPAMOS POR DARLE UNA PEQUEÑA ASESORIA SOBRE SU NEGOCIO COMO DICE USTED PREGUNTARLES COMO ESTAN ORGANIZADOS Y EMPARMARLES AHY Y VER DONDE ESTAN COMETIENDO SUS ERRORES Y TRATAR DE APOYARLES EN LO POCO QUE CONOCEMOS CLARO QUE HAY PERSONAS QUE CONOCEN MUCHO MAS PERO ESTAMOS PARA APRENDER DIARIO ME GUSTARIA RECIBIR SI SU PERSONA TIENE ALGUN LIBRO DE VENTA MAS PROFECIONAL EN EL CUAL PODAMOS ENCAMINARNOS MUCHO MEJOR LO FELICITO POR SU COLUMNA BUEN DIA GRACIAS
Efectivamente, la raíz del problema está en la Educación; entendiendo por ello la formación principal, a la que el individuo está expuesto y que es en la “cuna”.
Así que un primer cuestionamiento a nuestro gremio de “Marketeros” es: Nuestra comunicación eleva la visión de sí mismos de los inviduos?
Otra pregunta es: Mostramos buenos ejemplos, modelos alcanzables de nuestra sociedad?- Son estos ejemplos analizados y debatidos en los centros de enseñanza?
En lo que nos toca centrarnos es en dejar de ver al Markting como sinónimo de Ciencia de la Comunicación. Marketing es en realidad el diseño en sí de la empresa, es entonces que debemos diseñar empresas que se enfoquen en elevar la calidad de vida de los seres humanos y no sólo en redituar.
Aún seguimos haciendo ciertos negocios porque “eso es lo que le gusta a la gente”, creo que es tiempo de enseñar a la gente que hay más y mejores experiencias que sólo las que les gusta o porque es bueno, bonito y barato.
Considero que siendo concientes de esta responsabilidad profesional, nos orientaremos con más acierto y a nuestros clientes.
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