En el 2020, la pandemia obligó a los gobiernos a implementar políticas económicas agresivas con el objetivo de que sus economías puedan salir rápidamente de la fuerte recesión. En el Perú una de esas medidas, fue permitir a las personas retirar gran parte de sus ahorros de jubilación y de esa manera, compensar la pérdida de liquidez del momento por las pérdidas de puestos de trabajo y menores ventas de las empresas, esto producto de la coyuntura excepcional de confinamiento y reapertura gradual que experimentó la actividad económica a nivel global.
Actualmente, en el Sistema Privado de Pensiones existen 7.6 millones de afiliados. Sin embargo, producto de los retiros por el 95.5%, y los autorizados por el Poder Ejecutivo (Decretos de Urgencia N° 034/038-2020) y el Poder Legislativo (Ley N° 31017) -en el marco de la situación de emergencia sanitaria nacional-, existen 2.1 millones de afiliados con saldo cero en su cuenta individual de capitalización (CIC). De aprobarse este séptimo retiro en el pleno del congreso, luego de ser aprobado en la comisión de economía, se proyecta que adicionalmente cerca de 1.5 millones de afiliados se queden sin fondo de pensiones, con lo cual menos de la mitad de los actuales afiliados (3.5 millones) contaría con alguna protección para la vejez.
A propósito de este alarmante dato, la situación de estas personas se pondrá cuesta arriba en el intento de reconstruir sus fondos y contar con una pensión que les brinde protección para su jubilación. A efectos prácticos, es como si estuviesen recién iniciando su vida laboral, pero con un horizonte de ahorro con menor plazo. Dentro de los más afectados están aquellas personas con edades que fluctúan entre los 45 y 55 años.
Si bien la economía peruana este 2024 intenta recuperarse, la situación aún es incierta. Perú sale de una recesión económica en el 2023, provocada principalmente por las protestas de corte político, bloqueo de carreteras e incluso cierre de aeropuertos, las cuales generaron pérdidas valorizadas en 300 millones de soles a inicios de año. Al mismo tiempo, los fenómenos climatológicos del fenómeno del niño como el ciclón Yaku también contribuyeron a los malos resultados económicos. En busca de contrarrestar lo anterior, el gobierno desde el lado fiscal reaccionó con programas de créditos como Punche Perú 1 y 2, programas Unidos y este 2024 con un decreto de urgencia. Desde el lado monetario, el BCRP detuvo su política alcista de tasas e inició un ciclo de reducciones de tasas desde septiembre del 2023, en su búsqueda de incentivar el consumo y las inversiones, considerado el retroceso fuerte que tuvo la inflación hasta su rango meta (1%-3%). Es en este contexto que surge la propuesta de un nuevo retiro de los fondos de las AFP para ayudar a la población a lidiar con los menores ingresos generados el 2023.
Después de arduos debates y postergaciones, con 17 votos a favor y 3 en contra, la Comisión de Economía del Congreso de la República, que preside el legislador César Revilla (Fuerza Popular), aprobó el dictamen del proyecto de ley que permite el retiro de 4 UIT; es decir S/ 20 600, de los fondos de las AFP. La aplicación de lo establecido en el PL 6566, generaría que alrededor de 6 millones de afiliados al SPP retiren fondos de su CIC, lo que implicaría una salida potencial de recursos de alrededor de S/ 29.5 mil millones.
La pregunta que surge es, ¿Cuál es el costo de oportunidad para los afiliados que retiran sus fondos?, esta decisión ¿es racional e informada considerando la rentabilidad generada por su fondo de jubilación en los últimos años, o es una medida impulsiva frente a la baja confianza del consumidor y empresarial frente al futuro cercano bajo el mandato de Dina Boluarte?
Al analizar la inflación en el Perú, observamos que en el año 2020 fue 1.97%, en el 2021 fue 6.43%, en el 2022 fue 8.46%, en el 2023 fue 3.2%. Al comparar estos porcentajes con los rendimientos de los fondos de las 4 AFPs del mercado encontraremos que en promedio el Fondo 0 no logró superar a la inflación en 2021 (2.59%) y 2022 (4.74%), es decir, el fondo más seguro de las AFPs no pudo mantener a salvo la capacidad adquisitiva de los inversionistas producto de los efectos negativos de la inflación en 2 de los últimos 4 años. La misma temática para los demás fondos a excepción del 2021 en el que los Fondos 1,2 y 3 si lograron superar la inflación. Estos hallazgos muestran que, hasta el 2023, la decisión de los afiliados estuvo basada en un criterio racional e impulsada por la búsqueda de mejores rendimientos en el mercado. Pero este año, 2024, las personas que retirarán lo harán bajo un contexto económico y político marcado por la incertidumbre, motivadas una vez más por la búsqueda de mejores rendimientos, pero también con un componente especulativo significativo.
En ese sentido, hay alternativas para obtener rendimientos superiores a las de las AFPs como las notas estructuradas de X Prime a través de Washington Capital , que ofrecen el beneficio de rentabilidades garantizadas. En comparación con los rendimientos de las AFPs, que por su exposición al mercado, son volátiles como se ha visto en años anteriores, el rendimiento de las notas de X Prime son garantizadas y fijas. Esto no solo le brinda a los inversionistas la confianza necesaria sino también les garantiza un flujo de rendimientos estables. De hecho, en estos últimos 4 años, estas notas han superado significativamente los fondos de las AFPs.
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