El telón de fondo del tortuoso traslado del mercado Mayorista # 1 (más conocido como ´La Parada´) hacia la nueva infraestructura ya construida en Santa Anita (que todavía no sabemos cómo terminará) es la existencia de todo un enjambre de economía informal (subterránea o como quiera llamarse) en su entorno (y dentro de La Parada misma) el cual sin duda resultaba un negocio muy rentable.
Dejando de lado todas las actividades ilegales que al parecer también
operaban al amparo de ese desorden y caos y el jugoso potencial negocio
inmobiliario que representa el espacio que ocupaba este mercado, el
esquema laboral principal que regía en La Parada para sus actividades
principales (estibadores y carretilleros) y en parte también para las
actividades conexas (transacciones entre los comerciantes mayoristas y
los minoristas; trasporte interprovincial de carga) era el trabajo a
destajo (o por comisiones).
El asunto es que este esquema laboral no es ninguna novedad en el país;
también se aplica desde hace décadas en otras actividades informales, a
la vista y paciencia de las autoridades: en el transporte ´pirata´ de
pasajeros, urbano e interprovincial; en la minería informal-ilegal; en
todos aquellos ambulantes que se suben a los ómnibus para ofrecer un
sinfín de productos, muchos de ellos producidos formalmente. Ni qué
decir de los ´jaladores´ de clientes que están en las puertas de
diversos establecimientos y centros comerciales. En todos estos casos
esos trabajadores no tienen ningún tipo de contrato laboral, ganan sólo
comisiones y no cuentan con ningún beneficio laboral, ni social, lo
cual ensancha las ganancias de sus empleadores; ganancias que, por otro
lado, no sabemos si son declaradas en su totalidad y que paguen todos
los impuestos que debieran.
Es cierto que los llamados sobre costos laborales o tributarios que
enfrentan las empresas formales explica en parte la actividad informal,
sobre todo en aquellas actividades donde la productividad y la escala de
producción son muy bajas, pero la actividad informal también puede ser
(y es) un excelente pretexto para que algunos exploten la necesidad de
trabajo de aquellos que no tienen ninguna calificación y que se ven
obligados a aceptar condiciones infrahumanas de trabajo (incluso pueden
ser empujados a actividades ilegales) para sobrevivir.
El rol del Estado en una economía de libre mercado y abierta como la
peruana (sobre todo cuando se precia de levantar la bandera de la
inclusión social) debe apuntar principalmente a mejorar los niveles de
calificación y capacitación de los pobladores peruanos en edad de
trabajar. Simultáneamente ya es tiempo que en lugar de seguir
persiguiendo a los informales en las calles, se apunte a los grandes
proveedores de éstos o a aquellos que los emplean y explotan, que son
los que se llevan la tajada del león.
COMENTARIOS
buenas tardes Sr. Hidalgo, su observación del mercado mayorista,es muy interesante, un punto de vista,objetivo…debiera de ser materia prima para los políticos, pues ellos, necesitan opiniones de tipo técnico sobre éste tejido socio económico de vieja data.(me acuerdo del sr. sofocleto que escribió una obra basado en el ambiente de san Cosme, donde daba cuenta, que había comerciantes que acopiaban café usado de las fondas del lugar y lo reciclaban, colándolo de nuevo, y así lo vendían en vasitos de plástico a menor precio a los ambulantes de la zona) eso en su época…ése tejido económico duró mucho tiempo y de pronto lo cortó la Sra. Susana…eso duele… como es lógico suponer…los culpables midieron el impacto social, de ésa medida?…vaya uno a saber…recuerde el dicho de Gonzáles Prada: donde pongo el ded,o salta la pus…Reformar el Perú, en cualquier sector, resulta difícil, si no se mensura las consecuencias del impacto de la reforma…pero creo que las reformas son como un parto: duele. y las reformas son necesarias en un País donde la informalidad, es un cáncer…pues,es un pasto de evación de impuesto.(a río revuelto, ganacia de pescadores) hasta la próxima Sr. Hidalgo….lo espero en mi e-mail.
Un mayorista en la ex la parada por tonelada ganaba 100 soles, en promedio un mayorista bajaba de 30 a 60 toneladas diarias, esto daba como resultado un promedio de 3000 a 6000 soles diarios, si desean mas in formacion escribanme
hola a todos esta pagina me parece bien pero quiero mas es que es para una exposicion del colegio quiero mas informacion la pueden poner ? por favor es que el grupo ess de cinco personas y esto es muy poco quiero mas informacion por favor la pueden subir
gracias
Es correcto, la informalidad nace de las empresas y la poca fiscalización que el Gobierno tiene sobre ellas. Sumado a esto, nuestras leyes laborales poseen vacíos en sus formas, con los cuales estás empresas se benefician.
Los señores de la Parada al venderle a personas y no a familias no tienen mayor interes en la formalización, pero en todo este negocio el consumidor final tiene que pagar un precio mas alto. Existe una gran diferencia entre lo que recibe de precio el agricultor y lo que paga el consumidor. A esto le añadimos los altos niveles de merma por una falta de productividad en el trabajo logistico. Los invitamos ha seguir nuestros trabajos en mundonegocio.pe
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