Por: Caroline Gibu

Hablemos de #BuenasPrácticas[1]

Para favorecer el ejercicio del derecho a la identidad y a la subsistencia alimentaria de niños, niñas y adolescentes, la Mesa de Partes Móvil abre mesas de atención de demandas de filiación, alimentos y ejecución de actas de conciliación los últimos viernes de cada mes.

Confieso que cuando leí el nombre de la práctica “Mesa de Partes Móvil”, pensé con escepticismo “¡oh no!, otra app”. Si bien promuevo la digitalización e interoperabilidad en las entidades del Estado para lograr la mejora de los servicios, lo que ha pasado en los últimos años, tanto en el sector público como en el sector privado, es el lanzamiento de aplicaciones para celulares no del todo articuladas y muchas veces duplicando esfuerzos.

Sin embargo, luego de unos minutos de lectura de la postulación presentada por la Corte Superior de Justicia de Ventanilla (CSJV), comprendí que había adelantado opinión debido a un sesgo cognitivo, y que esta era más bien una práctica analógica antes que digital.

La CSJV es una corte relativamente nueva. Nació en el año 2014 con el fin de brindar servicios de justicia a los distritos de Ancón y Santa Rosa, pertenecientes a Lima Metropolitana, y a los distritos Ventanilla y Mi Perú pertenecientes al Callao, todos ellos colindantes y que conforman un distrito judicial cuya población conjunta es de 452 mil personas según el último censo del 2017. Cerca del 30% de su población vive en situación de pobreza y el 1.8% en extrema pobreza. De acuerdo con el INEI, en el 2018 nacieron 8,524 niños en dicha zona. Y según la RENIEC, al 1 de julio del 2019, 5.378 niños menores de un año obtuvieron su DNI dentro de los 30 días de nacido.

Según explica la CSJV, “la Mesa de Partes Móvil tiene como objetivo favorecer el ejercicio del derecho a la identidad y el derecho a la subsistencia alimentaria de los niños, niñas y adolescentes, eliminando las barreras que impiden su acceso a la justicia…”. Para ello, los últimos viernes de cada mes, en las zonas más vulnerables del distrito judicial, se abren mesas de atención de demandas de filiación, alimentos y ejecución de actas de conciliación. Previamente, la CSJV coordina con otras instituciones como la RENIEC, las municipalidades distritales, los Centros de Salud y Centros de Emergencia Mujer, las DEMUNA y la Defensoría Pública que brinda asesoría legal y facilita los trámites permitentes con los diversos juzgados que conforman la corte. También participa la Oficina Desconcentrada de Control de la Magistratura (ODECMA) que realiza el control de los plazos procesales una vez iniciadas las demandas.

Para muchos, esta práctica no resulta novedosa. Los esfuerzos del Poder Judicial por acercar los servicios de justicia a las personas vulnerables datan del año 2011 a través del Programa Justicia en tu Comunidad y la posterior creación en el año 2016 del Programa Nacional de Acceso a la Justicia de Personas en Condición de Vulnerabilidad y de Justicia en tu Comunidad, el cual estableció en el 2017 el Protocolo de Justicia Itinerante para el Acceso a la Justicia de Personas en Condición de Vulnerabilidad para las 33 cortes existentes a nivel nacional.

Entonces, ¿por qué es importante destacar el esfuerzo de CSJV? Existen varias razones:

• Un piloto para el escalamiento: Desde el año 2015, la CSJV ha realizado acciones ininterrumpidas en sus mesas itinerantes, logrando alrededor de 500 atenciones y 200 demandas promedio al año. En gran medida, su modelo de atención fue recogido en el Protocolo de Justicia Itinerante, aportando a la replicabilidad en otras cortes.

• Las campañas no han parado desde el 2015: Su continuidad es destacable teniendo en cuenta que, si bien existe un programa y un protocolo para la justicia itinerante, su implementación en las distintas cortes depende de la voluntad política, permanencia de sus autoridades y continuidad que otorguen sus reemplazantes tanto a la priorización de acciones como a la asignación de recursos.

• La predictibilidad de cara al ciudadano: La CSJV se ha preocupado por establecer espacios para compartir mejores prácticas, unificar criterios para garantizar un debido proceso y mejorar el marco normativo. En dichos espacios han participado diversos actores como jueces de paz letrados y jueces especializados en familia, así como abogados de la defensa pública y personal encargado en los gobiernos locales. Como resultado, surgió por ejemplo el formato único para la presentación de demandas, desburocratizando los trámites.

• La mejora continua: Si bien la práctica se inicia con el objetivo de garantizar el acceso a la justicia en materia de filiación y alimentos para niños, niñas y adolescentes, la CSJV no es ajena a otras poblaciones vulnerables, por lo que también atiende demandas de alimentos de adultos mayores, identidad de personas mayores de edad, entre otros. Todo ello a través de protocolos y formatos que han sido aprobados por el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial.

En tiempos en que la justicia resulta aún una palabra muy lejana y ajena para la mayor parte de las personas, y en un contexto donde instituciones como el Poder Judicial y sus jueces gozan de la peor reputación por los mediáticos casos de corrupción, el mayor aporte de la CSJV, tal como lo señala su postulación a Buenas Prácticas en Gestión Pública de Ciudadanos al Día, es visibilizar que existe una “justicia célere, oportuna y –valga la redundancia– justa para la población, lo cual repercutirá en la calidad de vida del ciudadano, mejorándola considerablemente, ya que para resolver sus conflictos recurrirá a la administración formal de justicia y no a mecanismos informales que no garantizan la resolución del mismo.”

[1] Hacer Perú me ha invitado a escribir una vez al mes en este espacio, y a través de él quisiera compartir las mejores experiencias del Premio a las Buenas Prácticas en Gestión Pública que organiza Ciudadanos al Día conjuntamente con la Universidad del Pacífico y su Escuela de Gestión Pública, así como algunas reflexiones alrededor de estas iniciativas. Las citas corresponden a información proporcionada en el informe de postulación al Premio.

La Mesa de Parte Móvil de la Corte Superior de Justicia de Ventanilla ganó el Premio a las Buenas Prácticas en Gestión Pública 2019 en la Categoría Servicio de Atención al Ciudadano.