Todos estamos indignados con la corrupción. Esta compromete a los tres últimos gobiernos y si a estos se suma la ocurrida durante el gobierno de Fujimori incluye a todos los regímenes neoliberales de los últimos 25 años. Su principal medio han sido las asociaciones público privadas (APP) con el objetivo de lograr la asignación de los servicios públicos, permitir sobrecostos y acotar beneficios a los usuarios. La corrupción no sólo compromete a las autoridades políticas y a la tecnocracia que los avaló por motivos delictivos, sumisión u omisión; también ocurre por un marco regulatorio laxo que la hizo posible. Ojalá la fiscalía y los tribunales se desempeñen a la altura de las circunstancias y con la celeridad debida. Desafortunadamente, ya hay algunas malas señales.
La mejora del marco regulatorio requiere una reingeniería de Proinversión. El último Decreto Legislativo 1251 tiene problemas. Se parte de una visión privada y hasta se establece un Consejo Directivo con 3 miembros que vienen de ese sector. No se trata que hagan buenos negocios. Los objetivos del sistema deben considerar la creación de encadenamientos productivos, proyectos con mayor procesamiento y contenido tecnológico, entre otros. No queda claro el criterio de asignación por el menor costo, por lo cual resulta esencial incorporar el comparador público privado que evalúa si la inversión se debe hacer como APP o como obra pública. Hay otros temas cuestionables.
Un tema clave es que todo el sistema de inversión pública y de promoción de la inversión privada debe estar encabezado por el CEPLAN, como en Colombia está en el Departamento Nacional de Planeación. ¿Proinversión o el MEF son capaces de determinar las necesidades del país, de las regiones y de cómo priorizar? Por otra parte, hay que fortalecer las capacidades sectoriales del Estado en términos técnicos y financieros para evitar los serios errores que se cometieron. Hay que crear sistemas de bases de datos con parámetros técnicos y económicos para evitar sobrevaluaciones flagrantes. Establecer la obligatoriedad de que cada proyecto se evalúe en términos comparados con otros previos nacionales e internacionales.
No se debe permitir licitaciones de un solo postor. Concursos con nivel de detalle de ingeniería reducido o sin estudios de factibilidad. Establecer normas más estrictas para las adendas evitando renegociaciones como Chinchero. Hay que especificar el protocolo detallado para el control previo obligatorio a cargo de la Contraloría General de la República en el caso de los grandes proyectos; homogenizar criterios para registrar pasivos en firme y contingentes. Se requieren evaluaciones ex post para extraer lecciones y transparencia absoluta antes, durante y después de la ejecución de los proyectos.
Publicado en Diario Uno (17/2/2017, p. 9)
COMENTARIOS
Sin planes nacionales de desarrollo, sectorializados y descentralizados, no puede haber buen gobierno; no se puede contar con programas multianuales de inversiones públicas; tampoco evaluar ni priorizar proyectos; mucho menos aprobar la ejecución de inversiones públicas bajo la modalidad de APP. Además, en estas últimas no debería comprometerse recursos financieros públicos. Hay que cerrarle el paso a todos los corruptos y corruptores.
Carlos Malpica Faustor
Ex Ministro de Educación
Estimado Carlos: muchas gracias por el comentario. De acuerdo contigo, sin planeamiento estratégico formal se abre la ventana para el desorden y la corrupción. Saludos cordiales, G.A.
Estimado German, basta ya de proyectos sobrevalorados y sobredimensionados, sin un estudio serio de la Oferta y la Demanda de servicios, es el colmo que se siga invirtiendo los recursos de todos nosotros en proyectos publicos que no nos benefician en absoluto. No podemos seguir con esta modalidad de APP donde las empresas privadas se la llevan fácil las concesiones y la población 0 beneficio.
Estimado Carlos: muchas gracias por el comentario. Sin estudios financieros, técnicos y económicos la probabilidad de equivocarse es mayor y se abre la puerta a la corrupción. Tienes toda la razón. Saludos cordiales, G.A.
Se debe compaginar la planificación del desarrollo con la economía de mercado, es decir, darle cierto orden a la economía desde del Estado planificador a un mercado que actúa en medio del caos y la incertidumbre. Si a este le agregamos la corrupción se agrava la cosa. Es hora que funcione el CEPLAN.
Estimado Samuel: muchas gracias por el comentario. Efectivamente se tiene que compatibilizar el planeamiento con las señales de mercado como planteas. también fortalecer el CEPLAN. Saludos cordiales, G.A.
Actual y asertivo el artículo que trata un problema que tiene múltiples respuestas y diversos enfoques, pero es importante señalar que todos los sitemas y procesos deben ser claros, eficientes, técnicos y transparentes, pero además de ello el equipo humano debe tener valores y ética en su actuación y gestión, si revisamos la larga lista de funcionarios corruptos y empresarios privados que le han generado perjuicio a el País y sus ciudadanos, se revelan muchas interrogantes, si es adecuada la seleción de funcionarios de alto nivel, es adecuado las condiciones económicas que perciben, es adecuado las condiciones de trabajo como las de salud, traslados, capacitación, desarrollo y seguridad en sus decisiones, es decir que el funcionario tenga claro que va a decidir en forma idónea, ética, eficiente y racional en cumplimiento de sus funciones y el de servicio al Estado. No seria conveniente hacer algunas modificaciones como por ejemplo; Los Congresistas no ser Ministros de Estado y cumplir con su Deber por los que fueron elegidos, Los Directores de las Empresas del Estado deben ser a tiempo completo y no por dietas que es un saludo de bandera en la gestión y no se comprometen y conocen la realidad e impacto en la gestión a medianos y largo plazo, que los Asesores sean todos pagados y no exista ninguno a Ad Honorem ya que serian un poder oculto y disociador en la gestión, que los organos de control como las OCI sean apoyo y asesoramiento en la gestión a nivel de prevención en forma racional y oportuna y no buscando el error o interpretar el error partiendo solo de sancionar por razones de forma que no inciden en la gestión costo o irregularidad y por último eliminar el sistema perverso de contratra personal de apoyo en las OCi por resultados es decir que tienen que buscar el error o configurar Observaciones y NAGUS a fin demantener la vigencia o renovación de sus contrato; estas son solo algunas ideas que podían evaluarse y ponderarse con el objetivo de disminuir la corrupción y el daño al País y sus ciudadanos.
Estimado Luis: muchas gracias por el comentario. Tomamos nota. Coincido con muchos de tus observaciones. Sin embargo, no todas las empresas requieren de directores a tiempo completo. Efectivamente hay que hacer una reingeniería en cuanto a los procedimientos de control, ya que muchos no han sido útiles. Ver artículo extenso publicado en Otra Mirada. Saludos cordiales, G.A.
Suscribo cada uno de tus comentarios. Si me permites déjame agregar un comentario y una observación: Dejando por un momento la corrupción a un lado, muchos de los problemas están en el diseño de la licitación que se delegan a funcionarios que hacen lo que toda la vida han hecho. Se necesita una visión innovadora en cuanto a los criterios de selección de postores y diseño de la oferta para evitar problemas de agencia propios de este tipo de procesos. Y esto me lleva a una observación: la Contraloría no tiene a las personas idóneas en cuanto a perfil ni capacitación para cumplir con ese rol preventivo. El remedio que propones va a resultar con efectos colaterales nefastos: la paralización/ralentización de las obras de infraestructura que tanto necesitamos los peruano. Por lo demás, como dije en un inicio, suscribo cada una de tus propuestas.
Estimado Fernando: muchas gracias por el comentario. Coincido contigo. En relación a la CGR hay que definir con nuevos ojos el protocolo de evaluación, ya que es una institución con límites analíticos. Hay que hacer una mixtura de elementos nuevos y tradicionales. Saludos cordiales, G.A.
El artículo es reflejo de la realidad y está dentro del contexto, pero no debemos perdamos el convencimiento de que la inversión pública y/o privada, en este momento, es la garante de que se generen obras, empleo, infraestructura, industria, etc., que son tan necesarias para el país, y el estado debe transformar sus organismos de supervisión, con profesionales técnicos -que afortunadamente hay en el mercado- y agilizar su aparato burocrático para que cada vez sea menos lento, transparente, preciso y todo con una visión de gerencia, más que política.
Estimado Wladimir: muchas gracias por el comentario. Coincido con tus buenos deseos; sin embargo, la realidad de las APP no ha sido tan idílica como debió ser. Saludos cordiales, G.A.
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