Por Gonzalo J. Monge, asociado senior del Estudio Echecopar, asociado a Baker & McKenzie International
El diseño de las instituciones políticas impacta en todos los ámbitos de nuestras vidas y ello incluye al plano económico. Es decir, estimado(a) lector(a), el retorno a la bicameralidad impactará en su vida diaria y en la de sus empresas.
Históricamente, el Congreso de Perú ha sido bicameral: Cámara de Diputados y Cámara de Senadores. En casi 203 años, hemos tenido sólo aproximadamente 35 años de unicameralidad (incluyendo al Congreso de 1992 a la fecha).
Se ha intentado revertir, desde luego. En el referéndum del 2018, la ciudadanía se pronunció sobre el retorno a la bicameralidad: rechazo del 90.51 % de los votos válidos. Digamos que “popular” no es.
¿Y cómo así, seis años después, estamos aprobando la bicameralidad? Porque la reforma constitucional se ha aprobado por el Congreso como consecuencia de dos votaciones favorables en dos legislaturas consecutivas, tal y como se regula en la propia Constitución (artículo 206°).
Retorno a la bicameralidad e impacto económico
En teoría, el principal beneficio de la bicameralidad es la presencia de nuevos filtros para una mejor labor legislativa, contribuyendo a disminuir la cantidad de leyes observadas por el Poder Ejecutivo, permitiendo un trabajo más efectivo. Después de todo, se concibe al Senado como una “cámara alta de reflexión” en el que no se discuten asuntos más cotidianos, que quedan en la Cámara de Diputados, y que tiene una composición más “nacional” que “local”.
Esto podría ayudar a mitigar riesgos económicos asociados a proyectos de ley con ausencia de la debida reflexión y debate parlamentario que terminan por declararse inconstitucionales ante el TC, aunque hasta que se declaren inconstitucionales pasa mucho tiempo en el cual la norma antitécnica está vigente, causando, por ejemplo, daños económicos. A modo ilustrativo, recordemos que el TC ha declarado inconstitucionales:
1) Ley N.° 31018, que suspendió el cobro de peajes en redes viales;
2) Ley N.° 31039, sobre ascenso automático y otros en personal de salud;
3) Ley N.° 31083, sobre devolución de aportes al Sistema Nacional de Pensiones;
Sólo entre el 2018 y 2021 se aprobaron seis leyes por insistencia que luego fueron declaradas inconstitucionales por el Tribunal Constitucional.
Dicho ello, la existencia de dos cámaras brinda una mayor desconcentración del poder cuando haya que realizar acciones de interpelación o censura de ministros, así como elección de altos funcionarios que son importantes para la vida económica, como miembros del Directorio del BCR o el titular de la SBS.
¿Cuándo entra en vigencia la reforma?
Con las próximas elecciones generales, que se proyectan para el 2026 (aunque ello podría variar).
¿Qué esperar del retorno del Senado?
Proyectos de ley mejor debatidos, con respaldo técnico y financiero, escuchando a la ciudadanía y agentes económicos (como gremios empresariales). En teoría, la bicameralidad se presenta con algunas bondades. Debemos esperar a ver cómo se concreta en la realidad, aunque idealmente en cualquier escenario deberíamos evitar leyes como las mencionadas líneas arribas: populistas, que desestabilizan la economía, y que son inconstitucionales.
[1] El presente artículo está basado en la alerta del Estudio Echecopar del 26 de marzo de 2024, titulada “Congreso bicameral: análisis e impacto en la vida económica”, que puede verse aquí: https://www.echecopar.com.pe/publicaciones-congreso-bicameral-analisis-e-impacto-en-la-vida-economica.html
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