“Conocimiento es poder” es una frase atribuida a Francis Bacon, filósofo y político inglés. Posteriormente la sentencia evolucionó en aquella otra que reza del modo siguiente: “quien tiene el conocimiento tiene el poder”.
La frase en cuestión guarda plena aplicación a nuestra realidad latinoamericana cuando se debate en todos los medios y en todos los planos sobre el caso Odebrecht. Las interrogantes que siempre se plantean, así como las defensas respectivas, giran en torno a si una persona conocía o no conocía de los hechos de corrupción imputados porque nadie está en condiciones de negar que corrupción hubo al haberse producido confesión de parte.
Fíjese respecto a los dos últimos sucesos del escándalo. Un ex ejecutivo de la empresa brasilera refiere que su socio peruano conocía de todos los sobornos pagados por ellos. La derivada –ahora– complica también, si eso es cierto, a todos los funcionarios de la época. La pregunta entonces es: ¿conocieron?
¿Por qué es importante determinar si conocieron o no de estas irregularidades? Porque si conocieron, de acuerdo a derecho, lo que se espera es que hagan algo, que reaccionen, pues se encuentran en una posición de la cual se espera eso.
Para graficarlo pongo el caso de un salvavidas encargado de cuidar una piscina y ve que una persona se ahoga. Se sanciona, como si fuera un homicidio, al salvavidas si pese a ver ese hecho no hace nada y la persona finalmente muere o sufre alguna lesión. Más allá de saber quién empujó a la persona a la piscina, quien no hizo nada (y debió de hacerlo), incluyendo el salvavidas, no se salva de la acusación penal.
Una cuestión terminológica que debo de aclarar es el término “empresario”, que no puede tomarse a la ligera. Empresario engloba tanto al que hace empresa en la inversión (miren nomás Utopía), como aquella persona que ejerce alguna función relacionada con la gestión de la inversión (verbigracia, director o gerente).
La cosa se pone más complicada si se pasa a examinar otra cuestión de la que muy pocos hablan: ¿debió conocer? Mejor dicho, ¿estuvo la persona en condiciones de saber? Existe a propósito un término inglés que dice “a reason to know” que, aplicado al tema, debe de exigir una debida diligencia razonable (un cuidado razonable) en el desempeño de los puestos de gestión y dirección (y de propiedad también, por cierto). Es decir no puedes, alegremente, “mirar a otro lado” cuando te encuentras en un puesto con expectativas para la ley.
Pero claro, cuando hablo de corrupción es solo para citar un ejemplo de lo que puede estar pasando en su empresa y que usted, señor empresario, no conoce y debería saber.
Como los seres mortales, aún al menos no la mayoría, nos es imposible saber el futuro. Pero felizmente existe la prevención que hoy por hoy, es posible ejercer si –“antes de”– se realiza un examen interno penal para tomar medidas (prevención penal para empresas). Nunca mejor dicho: “conocimiento es poder”.
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COMENTARIOS
Si lo ponemos en contexto con el caso Odebrecht y los políticos, presidentes y sector empresarial, todos sabían y saben sin lugar a dudas sobre la existencia de las comisiones 5, 10, 15 o 20% por VENDER una obra o un proyecto. Ahora, pedirlo, recibirlo y entregarlo es corrupción. Pero también hay complicidad cuando los del costado saben de ello y se callan o sacan otro tipo de beneficio, como es el caso actual. Ejemplo: Toledo recibe la coima y PPK se beneficia con contratos deribados de este negociazo, sin recibir coima, pero es complice porque acepta, calla y se beneficia. Como una obra con la Interoceanica Sur puede causar tanto perjuicio, sin antes considerar la sostenibilidad, rentabilidad y recuperación de esa inversión sin que nadie diga nada.
Invertir más de 5,000 millones de dólares para que se comercie con Brasil 22 millones al año, el 2% del movimiento comercial que se genera con este pais. Como si no se supiera que el transporte más económico es el maritimo y el ferroviario, lo sabemos los de a pie, como es que estos gobernantes tienen las agallas de pensar que la gente no se da cuenta. Y con el discurso de que la región lo necesitaba…ellos son los salvadores. Ahora todas las regiones pedirán barbaridades y con la plata del estado (nuestra plata)…no importa pues que se haga. Y si luego es un elefante blanco…ya fue ahora hagamos otro. Acá no se puede hablar de ingenuidad, se les pasó, no supieron, fueron los ministros…basta con esas falacias y mentiras, nos creen incapaces de pensar. Es el colmo esto es CORRUPCION, con los politicos no hay mas que pensar Sres.
Sr. Herrera gracias por poner en debate el tema.
Muchas gracias a ti por leerme. Saludos
Excelente artículo, felicitaciones Eduardo…!!!
Gracias mi querido José.
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