Hace dos semanas fue la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos-Suiza. Se resaltó la presencia de Xi Jinping, presidente de China, que enfatizó la importancia de promover el comercio internacional y en asumir el liderazgo global en el tema, como una respuesta implícita a la visión de Trump. También fueron interesantes los comentarios de Christine Lagarde, directora gerente del FMI, en un panel sobre cómo resolver la crisis de la clase media y la presentación del informe sobre Riesgos globales 2017.
Desafortunadamente, los comentarios de Lagarde no fueron destacados por la prensa, ni por los analistas y políticos locales. Ella reclamó una mayor distribución de la riqueza para responder a los avances populistas en el mundo entero. Asimismo, agregó que las desigualdades excesivas son un freno para el crecimiento sustentable. Para enfrentar esta elevada desigualdad hay que aplicar reformas fiscales (por ejemplo, tasas progresivas del impuesto a la renta) y estructurales (por ejemplo, elevar la tasa de sindicalización), tal como viene planteando el FMI desde hace pocos años atrás. Antes desde la perspectiva de los economistas estándar hacer redistribución del ingreso a favor de los estratos de menores ingresos era hacer populismo; ahora es la forma de evitarlo. Ojalá se pueda entender esto en el Perú.
Los comentarios de Lagarde estaban perfectamente alineados con el informe de Riesgos globales 2017 que involucró las opiniones de 745 expertos a nivel internacional a fines de 2016. En el documento de 78 páginas se anotan tanto los riesgos como las tendencias principales que impactarían al mundo en la próxima década. La primera tendencia es la elevación de las disparidades de ingresos y riquezas; la segunda el cambio climático. La creciente polarización de las sociedades es la tercera. La cuarta se refiere a un aspecto tecnológico que es la cyber dependencia y la quinta es el envejecimiento poblacional.
La lista de riesgos más importantes fueron la profunda inestabilidad social, el desempleo y subempleo. En segundo lugar las grandes migraciones involuntarias y la crisis de los Estados. El tercer conjunto son las crisis hídricas y las fallas en las acciones de adaptación o mitigación ante el cambio climático. Otros riesgos fueron las fallas en la gobernanza de los Estados (eficacia, calidad y orientación de los gobiernos que proporciona legitimidad) y los conflictos entre países con consecuencias regionales. Es hora que nuestros empresarios y políticos estén atentos, ya que a estos retos globales se suman los internos como los conflictos regionales y la corrupción, que como planteó Julio Cotler, puede ensanchar las bases sociales y políticas de movimientos radicales que desplacen a los partidos y tendencias intermedias.
COMENTARIOS
Los comentarios de Lagarde se alinean a lo que estamos viviendo, desempleo, problemas sociales, y de recursos hídricos, ojalá que cualquier las políticas internacionales afecten positivamente en el Perú.
Estimado Santiago: muchas gracias por el comentario. Más que lo internacional, se trataría que los peruanos entendamos eso (especialmente los empresarios). Saludos cordiales, G.A.
En nuestro caso particular es la corrupci´´on la que entraña el mayor riesgo, no solo porque provoca el surgimiento de movimientos radicales, si no tambi´´en porque al volverse sist´´emica las grandes empresas pueden acceder a ella a cambio de convertirse en monopolios artificiales (a través de la conceci´´on de administraci´´on de tarifas).
Desde mi punto de vista, la corrupci´´on se ha vuelto sist´´emica desde el gobierno de Fujimori, ya que este hizo obras por todas las regiones del pa´´is a trav´´es de Foncodes (recordemos las escuelas naranjas), que agradaron a muchos pobladores, aunque despu´´es se descubri´´o que navegaba en un mar de corrupci´´on. Pero esto no le import´´o a mucha gente. As´´i nace la cultura de “hace obra, no importa que robes”. De esta cultura se deriva esa “ley” t´´acita, seg´´un la cual a cada funcionario p´´ublico que firma un contrato le corresponde el 10% del valor de la obra, materia del contrato.
Esto es muy triste y doloroso, porque el resultado es que tenemos a cuatro gobiernos sucesivos envueltos en corrupci´´on (Fujimori, Toledo, Garc´´ia y Humala). Con gobiernos as´´i la democracia se convierte en un juego distractivo y perverso, que consiste en que, en cada periodo electoral, tenemos que acudir a las urnas para elegir cual de nuestros verdugos de turno nos ha de aplastar en el Congreso y en el Ejecutivo (y no estoy sugiriendo que optemos por una dictadua). Y esto nos convierte en una sociedad suicida. Evidentemente este es un riesgo enorme que tenemos que enfrentar.
Cordialmente:
G. D.
Estimado Gilbert: muchas gracias por el comentario. De acuerdo contigo, es realmente indignante lo que ocurre. Saludos cordiales, G.A.
Es lamentable que en estos tiempos debamos escuchar, ver y sentir la realidad tan sucia de nuestros gobernantes, ejecutivos, alcaldes, y entre otros, manchados con la corrupción, gente con buenos sueldo y buena educacion y no pasen la factura por investigarlos y mantenerlos en las cárceles, con nuestros impuestos y descuentos de la 5 ta al trabajador, y con cts de 200 soles en muchos casos con sueldo mínimo menos de 1000 soles que tal diferencia.
pero la pregunta es que esta pasando, porque sucede, esos es democracia, a ello el dicho peru sentado en un banco de oro. pero no sabemos administra , gestionar, dirigir unas nación para la superación, sino de algunos bolsillos y con CTS de mas de 15,000 soles pregunto….
Estimado Mauro: muchas gracias por el comentario. Coincido con tu indignación. Esos políticos y “tecnocratas” han denigrado la función pública. El problema es que nos arrastrana todos. Saludos cordiales, G.A.
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