Un estudio realizado por el Cass Business School en Londres, encontró que más de un tercio de los emprendedores se auto identifican como disléxicos. El estudio también concluyó que los disléxicos son más propensos a delegar autoridad que los no disléxicos, además son buenos resolviendo problemas y buenos oradores. Y el dato más interesante que se reveló fue que los disléxicos tenían el doble de probabilidades de ser dueños de dos o más negocios.
Ahora, pensemos, todos hemos conocido a un incomprendido. Quizá sería aquel niño que nunca encajó bien en el colegio, que no necesariamente se sacaba buenas notas y simplemente no encontraba su lugar. Tal vez ese adolescente que pasó por una etapa cuestionada por su familia y probablemente se reflejaba en los pocos amigos que tenía, o ese universitario que te cruzas en una clase y no puedes evitar pensar “es más raro ese pata”.
Fuente: https://www.salud.mapfre.es/
A simple vista, vemos que, para el disléxico, el incomprendido, el diferente, llámalo como quieras, la vida corporativa no será fácil. Muchos tienen problemas con la autoridad y como la mayoría de empresas funciona de acuerdo a una jerarquía formal, la adaptación es difícil. En resumen, tienen la fórmula equivocada para encajar e integrarse con la economía tradicional.
Y precisamente algunas de las características que los entramparían en el mundo corporativo son las que los catapultan como emprendedores. Primero que nada, la vida los ha hecho valientes; luego de muchos episodios de frustración por su naturaleza distinta, han aprendido a tener la piel gruesa, y esto los ha hecho más valientes de lo que nos podemos imaginar. Nadie los elige, así que han aprendido a elegirse solos y ese es su superpoder.
También son tercos; mientras que a muchas personas les gusta estar en armonía con lo que piensa el grupo y viven felices de esta manera, los incomprendidos tienden a tener ideas propias y fuertes. Un emprendedor siempre está nadando contra la corriente así que esta es una cualidad que les sirve todos los días.
Y, finalmente, son muy creativos. Los incomprendidos muchas veces fueron niños que pasaron menos tiempo desarrollando habilidades sociales y más tiempo solos pensando, soñando y desarrollando su creatividad. Tienden a pensar de manera original y atrevida, que mezclado con su valentía y terquedad, hacen que creen proyectos diferentes y ejecutados como tractor.
En la coyuntura en la que estamos, en la que cualquier iniciativa se siente como nadar contra la corriente y no tenemos un camino claro, la preparación que tienen los incomprendidos, les permitirá brillar. El país necesita más que nunca de su valentía, empeño y creatividad para salir adelante.
¿Eres un incomprendido? Llegó el momento de elegirte a ti mismo, nuestro futuro está en tus manos.
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