Dos características repetitivas pero no por ello poco relevantes de las próximas elecciones regionales y municipales son, por un lado la ausencia de partidos políticos representativos disputando las presidencias regionales o alcaldías en las principales ciudades del país y por otro, la baja aprobación que tienen la mayoría de autoridades actuales.
Con partidos políticos representativos, me refiero a los que están representados en el actual congreso (Gana Péru, Fuerza Popular, Perú Posible, Acción Popular, PPC, Solidaridad Nacional y APRA)
Si revisamos las cifras presentadas por la encuestadora CPI es su última medición, los tres primeros en Ica son Partido Regional de Integración, Unidos por la Región y Obras por la Modernidad; en Puno se ubican en las primeras ubicaciones Democracia Directa, Proyecto de Integración para la Cooperación y Poder Democrático Regional y en Ancash para terminar con los ejemplos lideran la encuesta Puro Ancash, Rio Santa Caudaloso y Manpe.
Todas agrupaciones regionales que tendrán una duración y vigencia reducida, aunque en elecciones de orden vecinal muchas veces es preferible un vecino interesado, que un político mas preocupado en escalar en su partido. Cabe aclarar que en ciertas ciudades si aparece algún candidato de partido político nacional, tal es el caso de Cajamarca, donde lidera un candidato de Fuerza Popular o La Libertad donde siempre estará en las primeras ubicaciones un candidato del partido de la estrella.
Si bien el proceso electoral aún no calienta y muchos no saben que candidatos se presentan, en la mayoría de los casos los candidatos de mayor intención de voto no superan el 20 % y eso se mantendrá hasta el final de las mismas y pocos alcanzarán a tener porcentajes por encima del 25 % del sufragio. Serán elecciones fragmentadas que socavan el respaldo del candidato elegido.
Otra característica es la baja aprobación de la gestión actual en la mayoría de regiones. Las promesas incumplidas tienen que ver mucho con la calificación.
Estas dos características son distintas a las de Lima, donde un representante de un partido político lidera claramente las primeras encuestas y si bien la alcaldesa de Lima no es muy favorecida en aprobación, hay distritos (Fuente:CPI) como Chorrillos, Magadalena, Villa El Salvador y San Borja donde la aprobación del alcalde supera largamente el 70 % y en más de 13 distritos los alcaldes están largamente aprobados y seguramente reelegidos si es que así lo desean. En cambio gran parte del resto del país, se cuentan los días para que la autoridad actual deje su cargo.
¿Esto podrá cambiar? Personalmente no conozco en forma cercana a ningún candidato que postule en las próximas elecciones, de allí que no puedo aseverar si los ejemplos de malos gobiernos locales tienen impacto en los postulantes actuales. El camino de prometer todo para todos y llegar al gobierno local o regional y darse cuenta que muchas promesas son improbables de realizar e incluso contrapuestas entre sí, no es el camino adecuado si se quiere tentar una reelección o si se desea que nuestra población recuerde con admiración la gestión (En Marketing se dice que vender una vez es fácil, lo difícil es la recompra, sobre todo si no se ha cumplido con lo ofrecido).
La periodista Rossana Echeandía (RE) recordaba en su columna de El Comercio a Sir Thomas More(STM) y su Utopía (publicada en 1516), donde STM plasmaba su ideal de estado, que aunque era ideal, utópico y casi imposible, ese sueño era uno que valía la pena perseguir y RE se preguntaba si los candidatos actuales tenían por lo menos un sueño utópico.
Lo que pensé luego de leer la columna, es que una persona que aspira dejar la seguridad de su trabajo particular y afectar la tranquilidad de su familia por dirigir y lograr cambios positivos en su comunidad, provincia o departamento, buscando el bienestar de los ciudadanos, definitivamente es un candidato que tiene un sueño para su comunidad (quizás utópico) y tiene el valor de intentarlo; el resto solo nos quejamos, por ello es importante darnos el tiempo para elegir, para leer los planes de gobierno y buscar cuidadosamente a ese candidato utópico, antes de quejarnos del actual, de los futuros y decir que todos son malos y corruptos, para terminar votando mal informados.
@favillanueva
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