Si bien soy director de una empresa dedicada a fomentar y desarrollar diversas actividades alrededor de los deportes, mi participación se había reducido a las reuniones de directorio, hasta el fin de semana pasado donde pude acompañar a uno de los equipos que patrocinamos en la Liga Nacional de Básquet.
Lo que vi además de un gran derroche de pundonor deportivo fue la serie de obstáculos que deben superar las personas que deseen practicar deporte a nivel “semi-profesional” así como comprobar el poco interés en la afición y las empresas.
El torneo tuvo la virtud de ser descentralizado en Arequipa, Ica y Ayacucho, con las fases finales en Lima, en este punto vi una diferencia importante, la asistencia del público y consiguiente expectativa generada fue mayor en las regiones que en Lima, sólo en asistencia de público, Arequipa supero en más de 5 veces al de la capital. Si bien existe una mayor oferta de espectáculos en Lima, que compiten por la atención del público, Lima supera en más de 8 veces a la ciudad mistiana en población.
El punto más relevante que quisiera destacar en este artículo es el poco apoyo empresarial que pude observar, las posibles razones son diversas y seguramente algunas tendrán que ver con cuestionamientos éticos y de imagen del dirigente deportivo.
Muchas empresas, organismos y asociaciones con muy buena intención apoyaron y apoyan económicamente el deporte, lamentablemente algunos dirigentes hicieron mal uso de los recursos económicos aportados, de hecho algunos han sido juzgados y encarcelados, pero los más grandes siguen caminando sin reconocer ninguna responsabilidad.
El deporte peruano ad-portas de los panamericanos del 2019, necesita recibir un fuerte apoyo empresarial, que sume al apoyo gubernamental y a la auto generación que es completamente insuficiente; los deportistas con potencial deben ser apoyados por todas las instancias y en este aspecto incluyo a las familias, colegios y universidades.
Expresiones tales como “…la jugadora no pudo asistir por que en la universidad no le dieron permiso para jugar hoy…” o “… no puedo entrenar todos los días porque mis padres me dicen que del deporte no voy a vivir…” son frases producto de la falta de apoyo al deporte que brinde posibilidades de desarrollo personal y profesional al deportista.
Decir que falta apoyo del gobierno también es importante mencionarlo muchas veces, ya que como todos saben y reza el refrán, “la rueda que chirría recibe la grasa”. Sin embargo para realmente hacer cambios importantes también tiene que participar el empresariado, ejemplos como ADO (P&G, Claro, Samsung, AJE y Grupo RPP), Peru Champs (Grupo Interbank), Quatra D&C, Universidades (San Martín y César Vallejo) y otros que auspician bajo diversos modelos, son loables y deben replicarse pero deben tener mecanismos de control que los haga perdurables y significativos en sus logros.
Mario Ramos, entrenador de la selección de básquet peruana mencionaba un mecanismo que podría ser valioso revisar, el de Fideicomiso Deportivo. El fideicomiso es una relación jurídica por la cual el fideicomitente (las empresas que aportarían) transfiere bienes en fideicomiso a otra persona, denominada fiduciario, para la constitución de un patrimonio autónomo, bajo su control y con un fin especifico (desarrollo deportivo en nuestro caso).
En aplicación de este instrumento regulado por la Ley del Sistema Financiero, los aportes que provienen del sector privado serían manejados en forma independiente por un ente autónomo preparado para lograr una gestión eficiente y supervisada de los recursos aportados, dirigiéndolos eficientemente y protegidos de malos manejos, una explicación detallada la pueden encontrar en el artículo de Alberto Anicama del blog de la PUCP.
No me queda dudas que para todos el deporte y la educación pueden hacer cambios importantes en nuestro país, quizás falta el mecanismo y el impuso, ojala este aporte de Alberto Anicama ayude en ese sentido.
COMENTARIOS
Interesante artículo. Me parece que con respecto a la primera parte sobre los eventos deportivos, lamentablemente en el Perú se maneja muy mal el producto, salvo algunos equipos de fútbol que han decidido darle un enfoque empresarial a las actividades del equipo. Hoy en día, los eventos deportivos, tal como menciona, son parte de entretenimiento, por lo que debe convencer al cliente a decidir e ir a ver un partido de la liga de volley/basket en vez de acudir al cine o cenar en un restaurante. Haciendo más atractivo el producto generará un efecto en las empresas, ya que ellas van a querer estar presentes donde esté su cliente. Ya no será la federación/equipo quien busque únicamente al empresario, si no van a ser las empresas quienes van a pugnar por patrocinar a las entidades deportivas. Ya se está mejorando la difusión por TV de eventos deportivos ajenos al fútbol, pero ahora el reto está en que las personas que van por curiosidad una vez, quieran volver y generar un hábito/patrón de consumo y jalen a más personas a las actividades.
Saludos!
Viví casi dos años en Arequipa y por un familiar iba a los entrenamientos y algunos partidos de básquet femenino. Mi parecer ahora es que en Arequipa hay mucha mayor afición que en Lima por el básquet femenino, el cual está bien organizado, con muchos seguidores ya sean dirigentes, entrenadores, árbitros y jugadores. En los campeonatos nacionales de menores y juveniles campeonaban las arequipeñas, sin embargo a la hora de seleccionar a las integrantes del equipo peruano el 90% eran limeñas y solo una o dos arequipeñas eran las llamadas, siempre y cuando tengan un familiar que las pueda alojar y que el viaje sea a cuenta de los padres.
Sobre los Juegos Panamericanos 2019 que se realizará en Lima puedo comentar lo siguiente: El IPD recién ha dado a las Federaciones de deportes claves un apoyo económico para que cada Federación deportiva vea como canalizar este dinero, que en especial es para brindar el apoyo directamente a los deportistas de mayor relevancia. En países vecinos, menos Bolivia, vemos que el apoyo incluye el envío de deportistas destacados a centros de alto rendimiento de otros países adelantados, en el caso peruano es mínimo.
El otro gran problema es hacer las obras de infraestructura deportiva y de alojamiento a última hora, ya se ha visto esta situación en los Juegos Bolivarianos de Trujillo 2013, recién un día antes fue entregado el estadio de atletismo Chan Chan, el mejor del Perú, todo porque el Gobierno demoraba mucho en realizar el desembolso para los constructores. En el Sudamericano de atletismo Master en Arequipa recién se pudo recibir los implementos deportivos de importación dos días antes del inicio del campeonato porque la Aduana en El Callao recién cedió a una comitiva arequipeña que fue con este fin.
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