En un estado virtualmente fallido como el nuestro, el pago de tributos se parece más a un robo que a una colaboración justa y necesaria en beneficio de la colectividad. Empecemos por ahí.
Hace pocos días, el Ministro de Educación, Jaime Saavedra, sin embargo, escribió en El Comercio que tanto las universidades públicas como las privadas deben ser fiscalizadas y deben rendir cuentas, entre otras razones, porque las primeras funcionan con el dinero de todos los peruanos y las segundas porque reciben exoneraciones tributarias que, según él, son equivalentes a subsidios.
En el primer caso, estoy de acuerdo. E iría más lejos. Le preguntaría a él qué ha hecho en todos sus años de gestión para mejorar la calidad de las universidades administradas por el Estado (además de apoyar una ley destinada al fracaso).
En el segundo caso, el Ministro o ha confundido conceptos o quiere confundirnos. Una exoneración tributaria se parece tanto a un subsidio como recuperar una cosa robada se parece a un regalo. Tienen el mismo efecto, pero son esencialmente diferentes. Pero, a mayor abundamiento, si la justificación para la intervención del estado dependiera de a que sectores éste decidiera subsidiar entonces la decisión de intervenir o no en un determinado sector de la economía no dependería de las características objetivas de ese sector, sino de la mera decisión del gobierno de intervenir.
Esta es una retórica similar a la que hemos sufrido en el caso de la alimentación saludable o los aportes obligatorios al sistema de pensiones. Uno de los principales argumentos a favor de la intervención es que el estado realizaría gastos en estos sectores. Estos gastos –de alguna manera- se asimilan a lo que los economistas llaman “externalidades”. Sin embargo, al ser el concepto “externalidad” uno que se utiliza típicamente para justificar la intervención del estado en la economía, mal haríamos en confundir una intervención del estado (gastos o subsidios o exoneraciones tributarias) con las externalidades. Hacerlo, convierte la intervención misma en la justificación para la intervención.
Quizá el Ministro se debería concentrar más en que las universidades públicas logren la “excelencia” como es su deseo y menos en tratar de decirle a las universidades privadas cómo es que deben administrarse, utilizando una argumentación falaz, como lo ha hecho.
COMENTARIOS
Pero me imagino que queda claro que alguien tiene que supervisar que las universidades privadas (sin fines de lucro se supone) para que no se aprovechen de esto (como la UIGV). Entiendo que se esperaría que el dinero que no pagan en impuestos lo inviertan en calidad, pero es obvio que esto no ocurre, y es facil darse cuenta de ello.
Por lo que entiendo (quizas entendí mal), que las universidades privadas estes exoneradas de impuestos no es argumento suficiente (inválido inclusive).
Eduardo: no entendí. No entiendo por qué las universidades privadas tienen que estar supervisadas?
En todo caso, mi argumento es que exonerarlas de impuestos no es una razón, pero tampoco encuentro otras razones.
Y creo además que no deberían estar exoneradas.
Como siempre, pienso que lo que escribes es muy acertado. Concuerdo 100%.
Gracias por la pronta respuesta. Bajo la legislación actual, debe supervisarse que sean efectivamente sin fines de lucro. Me imagino que el estado les dio el permiso de funcionar bajo esa condición.
Sobre si deben ser o no exoneradas, es un debate interesante. Supongo que por estar en el sector educacion reciben ese trato diferenciado. No se me ocurre una empresa (de otro sector) que sea sin fines de lucro.
Si debe ser fiscalizadas las privadas por el mismo hecho de no estar pagando impuestos por actividades que no sean educativas, ejemplo conciertos, eventos etc. Los 2 artículos tuyos que he leído son un poco flojos
Miguel: creo que no has entendido el argumento.
Sin fines de lucro ? entonces cual seria su fin , no es el de enseñar y educar , Ahora es privada (empresa ) que busca generar ganancias , utilidades . No pagar impuesto y ese dinero adonde va ? Tenemos la seguridad que es invertida en la educación ? Soy de la idea que si deberían pagar impuestos o canjearlos por obras .PERO QUE PAGUEN ! mas adelante no vayan a surgir mas acuña que con el dinero que debieron pagar lo junten para hacer su campaña politica .
De hecho tienen que ser supervisadas !
No seria de la mera decision de intervenir sino de la decision de subsidiar( aunque no es un subsidio como dices).Ahi hay una grave falacia en tu argumento.
Por otra parte, lo que dice el ministro no importa.
La educacion universitaria debe ser fiscalizada en cuanto un aseguramiento minimo de su calidad,todos sabemos que el 95 % de estas y sus egresados son productos de baja calidad.
Lorenzo:
1. Si la justificación para intervenir es subsidiar y subsidiar es una decisión del propio gobierno, entonces el gobierno también puede decidir intervenir. Creo que no entendiste.
2. ¿Cómo así has llegado a la conclusión del 95%? ¿Has hecho un estudio y lo mantienes en secreto?
Para mi resulta simple: La educación (formación de futuros ciudadanos cuyas acciones repercutirán -”externalidades”- en los demás y en el Estado en general) merece la supervisión de todos, a través del Estado. Ahora, definitivamente de acuerdo contigo en que pueda ser impartida por un ente estatal o por un privado, quien obviamente lo tratará como un negocio, lo cual para mi no resulta incorrecto. Sin embargo no podemos perder de vista la trascendencia para la sociedad de la educación.
Un ejemplo simple: si priorizamos la completa libertad para inculcar a nuestros hijos cualquier tipo de contenido (por ejemplo contenidos violentos), mañana podría convertirse en la formación de un delincuente que dañara a otros. ¿Esto no debe ser una preocupación para el Estado? ¿El rol del Estado no debe ser garantizar la libertad de la gente y dentro de ello, velar por la seguridad de sus ciudadanos?
Gustavo:
La importancia de un determinado sector no es –en sí misma- una justificación para la intervención estatal. Por un lado, existen muchos mercados tanto o más importantes que la universidad que funcionan bien sin que el estado les diga como hacer las cosas. Por ejemplo, nuestra industria de restaurantes, importante tanto porque alimentarse es importante como por temas culturales e imagen del país, funciona perfectamente sin que el estado le diga a Gastón Acurio cuanta sal le debe echar a cada plato o qué estudios deben tener sus cocineros. Por otro lado, la intervención del estado no garantiza que un servicio importante sea prestado de manera adecuada. Si no me cree, mire a las universidades públicas.
De la importancia de un sector no se debe derivar automáticamente la necesidad de la intervención del estado. El estado solo es una forma –subsidiaria- de hacer las cosas en una sociedad. La actuación libre de las personas es la regla; mas aun, cuando dicha actividad es de mayor importancia para dichas personas.
No es intervenir por “el intervenir” como tu argumento pretende decir sino por las caracteristicas objetivas del sector :educacion de bajisima calidad.Entendi muy claro.
Compartenos las cifras sobre la calidad de la educacion universitaria que manejas y cuales son tus limites permisibles,digo para saber si podemos entendernos sino ya para que abundar.
Lorenzo:
Pero de eso no trata el artículo. Dime cuáles son esas otras razones…
Si la razón es que el 95% de las universidades son malas, sigo esperando el estudio que respalda lo que dices.
Hasta donde llegan mis conocimientos, tal estudio no existe. No te puedo probar que no existe, pero tú sí puedes probar que existe el que mencionas. ¿Lo tienes?
Tu articulo trata sobre de porque estas de acuerdo con los argumentos del ministro en fiscalizar la educacion publica pero no estas deacuerdo en la eduacion privada.
Lo que escribi fue referente a lo segundo,haciendote notar la falacia cometida.Yo dije “no seria de la mera decision de intervenir sino de la decision de subsidiar( aunque no es un subsidio como dices)”,rectificando asi la logica de tu argumento.Y luego simplemente agregue que no es intervenir por el intervenir.De esto si trata tu articulo.
Si no puedes probar que no existe,porque afirmas”tal estudio no existe”(asi sea segun el nivel de tus conocimientos).Existe mas de uno,buenas tardes.
Diga el título de un estudio que pruebe que “(…) el 95 % de estas y sus egresados son productos de baja calidad”.
Conozco los estudios sobre el tema, por eso puedo decir que no existe. Sé que usted está inventando información.
Aun así, según usted, tiene la autoridad moral e intelectual para decir que el 95% de los profesionales son de baja calidad o que yo no sé argumentar.
Oscar, en el Perú la educación privada se ha mercantilizado es un hecho conocido que el nivel de exigencia es mínimo con el objetivo de captar el mayor número de alumnos muchos de los cuales solo desean tener un cartón y no tienen vocación academica.
La supervisión no acabara con este problema y sería poner al gato de despensero, tal vez un paso a mejorar la problematica sea no darles beneficios tributarios como planteas y que ese dinero recaudado vaya directo a la educación publica. De verdad que a mi fastidia tener que pagar impuestos y no poder acceder a una maestria decente en una univerdad pública.
Lo clásico de las empresas mercantilistas llámense universidades, mineras, petroleras, etc. Pregunto si su rentabilidad que exhiben son por su productividad o por beneficios que el estado peruano les ofrece.
No me explico porque las universidades privadas que es una entidad privada se le exonere de impuestos que esta destinado a un fin social, es decir la exoneracion de los impuestos tiene como fin dar impulso a la misma y esto a su vez reforzar la calidad educativa, ademas que por su status de publico no cuenta con ingresos mensuales del pago que realizan los alumnos.
Con todo respeto esto lo llamo vivir muy criollo a espensas de los demás , por cierto el TPP que argumentan en varios artículos se dedican a apuntar a otro lado y no menciona ninguna validez de un tratado que redundaría en cerca de 18 tratados que el Perú ha firmado.
Lima, viernes 11 de diciembre de 2015
La Constitución consagra la autonomía interna de cada universidad: “Cada universidad es autónoma en su régimen normativo, de gobierno, académico, administrativo y económico. Las universidades se rigen por sus propios estatutos en el marco de la Constitución y de las leyes” (artículo 18).
Las relaciones de las universidades con su entorno (Sociedad, Estado, Gobierno) se rigen por la Constitución (artículos 18 y 19) y por las Leyes de Desarrollo Constitucional (en este caso, la nueva Ley Universitaria).
El Estado, de conformidad con el artículo 18 de la Constitución, supervisa el cumplimiento de la política educativa y la calidad de la educación.
La SUNEDU ha nacido con defectos, pues no cumple con lo dispuesto por la Ley 29158, Ley Orgánica del Poder Ejecutivo, y en su funcionamiento pretende arrogarse competencias políticas y gubernamentales que no tiene, pues solamente tiene competencias técnicas y administrativas.
Los fundamentos de mi opinión sobre la Ley Universitaria y sobre la SUNEDU los detallo en varios artículos periodísticos publicados, a los cuales se puede acceder en los anexos del último de ellos:
https://cnmalpica.wordpress.com/2015/12/07/20151207-carlos-malpica-faustor-diario-nuevo-sol-articulo-sobre-la-sunedu/
Carlos Malpica Faustor
Ex Ministro de Educación
Pretender que una actividad tan importante como la educación este “a la libre” es como pretender que el transporte terrestre se desarrolle sin regulación : que cada quien agarre su combi o su “bus camión” y vaya por donde le plazca. Sin embargo, muchos liberales y uno que otro lobbysta, por ideologia los unos y por interés los otros, pretenden que asi sea.
En mi opinion muy personal, como primer paso, deberian eliminarse todas las exoneraciones, dado que es mas que evidente que la educación en el Peru es efectivamente un gran negocio. Y por otro lado, no estaría mal una minima regulación : da vergüenza ajena ver algunas maestrías y sobretodo algunos “doctores” que con dificultad articulan dos frases seguidas.
Si bien la proliferación de universidades ha permitido que se democratice la educación superior (hay para todos los gustos, para todos los bolsillos y para todos los grupos sociales) también eso ha generado una seria disminucion en la calidad de muchas de ellas. Y esta percepción hace que sea irrelevante el dato de si es el 95 o el 60 %.
Jesús:
Justamente pretendes que tu percepción tenga el valor de una prueba. Desde el punto de vista científico o aunque sea argumental, no tiene ni pies ni cabeza.
La justificación para la intervención del Estado en un sector de la economía se relaciona con las características objetivas de ese sector, y la educación en general como la educación universitaria en particular, no puede estar librada a las simples o complejas fuerzas del mercado. cuyo fin primordial es la rentabilidad de la inversión o capital; distintamente, la educación es un servicio íntimamente vinculado al libre desarrollo de la persona humana que vive en y con la sociedad.
Las universidades públicas y privadas merecen estar supervisadas por el Estado, para que cumplan su finalidad universitaria, esto es académica y social, en concordancia con el marco normativo de su autonomía institucional.
En mi opinión personal si debe ser regulada, es como en el sistema financiero la SBS emite las reglas de juego y las supervisa, pero eso no quiere decir que la SBS obliga a cada banco, caja o financiera que personal contratar o cuantas agencias deba tener o que visión y misión tener, estas entidades de acuerda a su capacidad y audacia de sus directivos ganan clientes y crecen pero bajo reglas claras (imagínense que la caja pisco que este año quebró no hubiera estado regulado por la SBS y no hubiera tenido el FSD(fondo de seguro de depósitos)toda esa gente que ahorro en esa caja no hubiera recuperado su dinero) lo mismo ocurriría o ocurre en la educación, terminas en una determinada universidad pero ya en el campo te das cuenta que las de otras universidad te llevan ventaja por haber tenido una mejor calidad de educación a quien te vas quejar (REGULAR NO ES INTERVENIR).
Ahora en cuanto a la exoneracion, yo creo que si deben pagar el IGV (unos 8% ó 10 %) y acá va mi aporte, todo IGV recaudado por el concepto de educación debe utilizarse para investigación en ciencia y tecnología para lo cual debe crear un instituto de estudios avanzados el cual lo conformarían científicos y personas probos que aman la investigación y el aporte de nuevos conocimientos a la humanidad.
Mal puede el Estado supervisar a las universidades privadas si no puede hacerlo con las propias. Creo que se debería revisar los alcances de la “autonomía” académica, porque podríamos correr el riesgo que al amparo de esa palabreja, se formaran profesionales “senderistas” o antidemocráticos
La autonomía económica también requiere ser revisada, porque tales universidades estatales viven básicamente de los aportes de la sociedad a través de los impuestos y no son una isla en la administración pública. Creo que la demagogia está dominando el debate y sería bueno enfriar el tema y analizarlo no a la luz de los prejuicios de un militar sino en una gran debate público (el Congreso no es el foro apropiado) La intervención del Min. de Educación es impropia y la sujeción de las universidades Pub y Priv a la SUNEDU es puro fascismo.
No pretendía demostrar científicamente el declive de la calidad de la universidad peruana (entradas 19 y 20). Relax. Guardemos el método científico para mejores tribunas. Si no percibimos su precariedad en una comprobación “a vuelo de pájaro”, el problema es la miopía y no otro. Si tiene 4 patas, cola, hocico y ladra, es perro.
Ah ya entonces tomemos su “vuelo de pájaro” (?). En cuántas universidades ha estado como profesor o alumno?
Conoce los números de al menos alguna de ellas? (con números quiero decir cantidad de egresados trabajando, sueldos, etc?
Pero ok, siga pensando que sus prejuicios son la realidad y que los demás somos idiotas por no ver lo mismo. Va bien así.
Quizás venga bien esto.
https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib1298/Libro.pdf
Estoy de acuerdo que las universidades e institutos privados paguen IGV e IR. Los impuestos recaudados servirían para mejorar la educación superior estatal.
El estado, de alguna manera debe supervisar la calidad de la enseñanza técnica y universitaria privada y estatal, directamente o a través de terceros privados especializados de reconocida trayectoria.
………….. igual los colegios privados, no deben estar exceptuados de pagar IGV y RENTA. Todos sabemos que sin fines de lucro es una mentira mas grande que una catedral.
Cuando paguemos nuestros impuestos como corresponde, disminuiremos la informalidad que genera todos los males de la sociedad.
La verdad no entiendo por que dices que la afirmación del ministro Saavedra es falaz. Si una forma en la que un gobierno puede subsidiar a cualquier organismo es justamente rebajando o exonerándolo de impuestos. Además no entiendo tu punto respecto a las externalidades, la intervención de estado ( no del gobierno de turno), es cuando se quiere evitar o disminuir en todos las externalidades negativas y fortalecer las positivas. En este sentido la tanto la exoneración como subsidio y la fiscalización para identificar a las malas universidades justifican completamente esta intervención por parte del Estado y solamente del gobierno de turno. Me parece que defiendes a las universidades privadas. Saludos
Excelente post, Oscar, ojalá que ciertos políticos tengan el tino de leerlo
Pero si es el mismo mercado de trabajo el que “discrimina” a los alumnos por su capacidad y formación recibida en las universidades, no debería ser suficiente para que los padres y alumnos a su vez “discrimen” a las universidades y así desaparezcan las que son malas?
Porque si las empresas privadas no contratan a los malos profesionales, quién sí lo hace? el Estado?
Si el Estado quiere intervenir para igualar los niveles de formación entre las universidades, deberá entonces elevar el presupuesto de la San Marcos para acercarlo al de la Católica. Y no creo que pueda dadas las restricciones de presupuesto del gobierno.
Y si quiere intervenir la Garcilazo para elevar su nivel a la altura de la del Pacífico, contratará a los mismos profesores que enseñan en esta última?
Lo cierto es que las Universidades tanto privadas cómo públicas no destacan en los rankings….. un poco de custionamientos no está nada mal.
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Solange de L’Atelier du Pima
Estimada Soledad,
Con el debido respecto, lo que dice es simplemente irrelavante para el debate de la ley universitaria. Se lo dice alguien que ha pensado el tema bastante, que ha estudiado en una universidad top 10 del mundo (conozco los rankings) y que enseña en probablemente las dos mejores de Perú.
Sabe por qué? Porque ni las mejores de Perú aparecen en los rankings mundiales. Entonces, si “salir en los rankings” fuera nuestra meta: 1. el tipo de regulación deberían ser completamente distinta a la que es (por ejemplo, se debería obligar a los profesores a publicar “x” papers al año, cosa que no hace ni podría hacer la ley); y, 2. estaría admitiendo que incluso universidades como la PUCP, la UP o Cayetano tienen baja calidad comparada a lo que usted espera de ellas, por lo que también también deberían de ser completamente reformadas.
Por eso, nuevamente, los rankings internacionales son una referencia irrelevante en este debate. Incluso una universidad puede estar internacionalmente acreditada (como es el caso de las universidades arriba mencionadas) y aun así no aparecer en los rankings. Hasta a varias “buenas” universidades europeas les va mal en los rankings comparadas a los monstruos de universidades que hay en USA o UK.
Por argumentos como el suyo es que creo que este debate se está llevando a un nivel irracional, aunque para la mayoría pueda sonar como un argumento plausible.
Saludos,
Oscar
Para ponerlo en más simple aun (y esperar que comprenda mi argumento antes de -seguramente- insultarme o decirme que soy un intolerante a las opiniones ajenas):
Es como si estuviésemos discutiendo acerca de la necesidad de mejorar la seguridad externa de Perú y usted dijera que sí porque estamos mal comparados al ejército de EE.UU.
En temas de rankings y educación terciaria el dominio de USA es casi equivalente al dominio que tiene en temas bélicos, lo cual excluye a los rankings como una fuente relevante para compararnos. Y si dice que miremos a América Latina, pasa lo mismo (con México, Chile o Brasil) pero a una escala menor.
Una referencia:
http://www.independent.co.uk/student/news/top-10-universities-for-academic-excellence-according-to-shanghai-jiao-tong-universitys-2015-10458635.html
Analizar la “educación” considerando su calidad en función al nombre de la institución en la que se estudia (sean estas Privadas o Públicas), uno se da cuenta que la calidad del egresado varia mucho. La calidad profesional depende de cada profesional en función a lo que ha incorporado como herramientas de conocimiento según la especialidad elegida.Es decir, depende del estudiante más que del maestro o la institución en la que se educa. En la calle se encuentra desempleados profesionales egresados de una universidad pública como de una privada. La calidad es un concepto abstracto para medir capacidades intelectuales, por que se requieren parámetros y quien define lo que todos denominan calidad profesional son los que contratan: los empresarios y el Estado, y en ambos hay insatisfacción por lo que obtienen a cambio de lo que pagan.
Cada profesional es contratados por sus capacidades intelectuales, de discernimiento, de abstracción, entendimiento, en buena cuenta por su capacidad de RESOLVER problemas. Puedes tener a los mejores profesores, la mejor tecnología para aprender,etc. pero si tus capacidades intelectuales, son limitadas, producto de una mala nutrición(uno de los varios factores que influyen en el aprendizaje) entonces así tengas como maestro un Premio Nóbel poco ha de servir al estudiante.
El Estado debe preocuparse por nutrir, dar seguridad, incentivar inversión, mejorar la infraestructura.
No pretendía calificar de idiotas a los que no piensan igual que yo. Los idiotas se califican solos. Si le molesta (?) una vista “a vuelo de pájaro” de la problematica, pues lastima, sigo pensando, como muchos, que la situación de algunas universidades es deprimente, cifras o estudios al margen . Y no se trata de en cuantas universidades haya estado, mi caso personal es irrelevante, me basta con poder ejercer debidamente en dos paises diferentes, el registro de alumnos, egresados, datos laborales, se los dejo a los que estudian, analizan, investigan… mi ejercicio profesional va por otro lado: hacer, construir.
Y asi como es evidente (con perdón por lo poco “científico” de la expresión), la precariedad de algunas universidades y sus programas, también es evidente que coleccionar maestrías o posgrados en la actualidad, no va de la mano necesariamente con un crecimiento espiritual ni personal.
Como que el fin humanístico de la educación universitaria se perdió hace mucho.
Y todo eso en qué lo basa? Ya dijo que “cifras y estudios al margen”. También dijo que su experiencia personal es irrelevante. Pero entonces sigo con la duda (incluso ahora está menos claro): en qué basa su opinión?
Por supuesto que todas las universidades (publicas y privadas) deben supervisarse porque dan un servicio de educación a los habitantes del país. De otra manera, tendremos un abuso similar al que actualmente se ejerce en las universidades norteamericanas, en las que hace mucho que su prioridad ha pasado a ser la generación de dinero en lugar de la mejora de la educación. Han llegado al extremo de que los prestamos estudiantiles son, a veces, impagables o toman toda una vida.
Con respecto a las universidades publicas que son financiadas por el estado, se necesita supervisarlas para garantizar el buen uso del dinero y para sostener un estándar de calidad aceptable.
Oscar,
En tu artículo dice que “una exoneración tributaria se parece tanto a un subsidio como recuperar una cosa robada se parece a un regalo”, para argumentar que son cosas totalmente distintas, pero no lo haces (y de hecho, no lo son):
Si alguien te roba el reloj y luego otra persona te regala uno igual, podrías alegar que solo te regresaron a tu estado inicial (en el que también tenías un reloj), pero eso no significa que tu estado actual no sea mejor que el estado inmediatamente anterior (cuando no tenías el reloj). Por ende, un regalo no deja de serlo solo porque te repone algo que ya habías dado por perdido.
Siguiendo con el ejemplo, que te regalen un reloj cuando nadie tiene uno (el subsidio) sí es como si todos tuvieran un reloj y a todos se los robaran excepto a ti (exoneración tributaria), pues el resultado es el mismo: tú tienes un reloj y los demás no. De hecho, la teoría económica agrupa tanto a los subsidios como a las exoneraciones tributarias dentro de un mismo tópico (“políticas subsidiarias”), siendo el segundo caso considerado como un “subsidio implícito”, como dice textualmente el Sr. Saavedra en su artículo.
Por consiguiente, los subsidios y las exoneraciones sí son en efecto equivalentes, no solo para él (y sin afán de querer confundir a nadie).
Gonzalo: yo también he dicho que tiene el mismo efecto, pero eso no los hace iguales.
Dicho esto, me parece excelente el argumento que propones (grosso modo): “Si uno justifica la regulación estatal para auditar el buen uso de los recursos públicos otorgados previamente mediante políticas subsidiarias [en cualquiera de sus dos formas], entonces el Estado puede darse el lujo de elegir qué industria intervenir subsidiándola primero.” Impecable, a-la-Bastiat.
Sin embargo, en el caso de la SUNEDU y la educación universitaria (así como de la SBS y el sistema financiero), la intervención estatal no se justifica para monitorear el correcto manejo de los fondos públicos ni para corregir una externalidad (donde bastaría con colocar un impuesto si es negativa, o un subsidio si es positiva); la creación de una superintendencia se vuelve necesaria para regular aquellos mercados en que la asimetría de información entre ofertantes y demandantes es inherente y significativa por una cuestión de asincronía transaccional (el pago del dinero no sucede en el mismo periodo que el recibo del bien).
Así, el asincronismo que hay entre pagar las cuotas de la universidad y el valor del cartón otorgado al término de la carrera es análogo al flujo de depósitos en una cuenta de ahorros y sus retiros (Banca), al pago de primas y el cobro de la póliza (Seguros), y a los aportes de jubilación y las rentas vitalicias (AFP). En estos y otros casos similares, la existencia de un superintendencia que mitigue los riesgos de asimetría de información sí está bien justificada.
La SUNEDU, o la instancia estatal que corresponda, podría (con las adecuaciones necesarias a la Ley Universitaria) establecer una escala de tasa de contribución para el fomento de la educación universitaria, proporcional a las utilidades que obtengan las universidades e institutos privados. A mayor utilidad mayor tasa. Así ese fondo podría ser puesto en concurso para universidades e institutos públicos y privados, a través de proyectos de inversión o de gasto destinados a elevar su calidad educativa. A mejores proyectos , mejores universidades e institutos (sin importar si son públicos o privados).
El estado debe intervenir en las universidades particulares pues para empezar los títulos otorgados por estas están a nombre de la nación, es decir el Perú en cierta forma garantiza estos títulos, en todo caso que los títulos no aparezca en nombre del Pais.
En desacuerdo totalmente:
A parte de no pagar impuesto no hay que fiscalizarlos. Lo mínimo es que respondan por la educación que imparten y por la cual no pagan impuestos.
Lo contrario es seguir en lo mismo y cada vez mas seguir en el bajo nivel educativo que tenemos.
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