Imagina que nos encontramos a fines de Diciembre, despidiendo al 2022. Estamos cerrando un año exitoso, que significó 365 oportunidades de crecer de distintas manera, por las que hoy celebras, agradeciendo y dando la bienvenida a un nuevo año.

Abres tu libreta y te encuentras con  las metas que te animaste a escribir en Enero del 2022 para repasar las que cumpliste y las que todavía tienes pendiente por realizar.

Si eres de los que se puso muy aplicado y diseñaste metas de manera muy minuciosa y metódica, entonces seguramente con el mismo detalle hiciste el seguimiento de tu avance y cumpliste todas o un porcentaje muy alto de tus metas.

Si eres de lo que fluye y tiene la capacidad de crear, improvisar y flexibilizar de acuerdo a cómo se van dando las cosas, seguramente también obtuviste muy buenos resultados.

Y es que dependiendo de nuestros talentos, estilos de pensamiento y preferencias naturales, cada uno de nosotros tiene una manera distinta de  planificar y proyectar su año.

También podría ser que todavía no te hayas animado a realizar este ejercicio porque no lo tenías en mente o porque lo postergaste muchas veces, o no le encontraste valor o simplemente porque no tienes mucha idea de por dónde comenzar.

 ¿Cómo te imaginas ese futuro?

Si bien es cierto que el futuro se ve impactado por una serie de tendencias y cambios que requieren de nuestra capacidad de flexibilizar y adaptarnos, también es cierto que podemos darnos el permiso de soñar, visionar y plantearnos ciertos escenarios.

Este ejercicio entonces, que implica soñar y ponernos creativos, puede volverse muy entretenido y es apto para todos, incluso lo es para aquellos que no se reconocen como personas creativas.

¿Te consideras una persona creativa?

Cuando era adolescente, solía encerrarme en mi propia caja de pensamientos sintiéndome poco o nada creativa. Cuando empecé a estudiar comunicación y mis primeros cursos de publicidad, veía que muchas personas tenían respuestas ágiles e ingeniosas para lo que preguntaban los profesores o para realizar las tareas propuestas. Y yo algunas veces sentía que me quedaba corta de ideas.

Sumado a esto, luego de algunos años que fui trabajando en mi desarrollo personal, formándome con distintos estudios y ganando experiencia laboral, tuve la oportunidad de realizar algunos tests de autoconocimiento, entre ellos, un test de personalidad (​16 factores de Cattell (16 PF)) y me topé con que efectivamente, tenía desarrollado un nivel alto de pensamiento concreto, es decir, que tiendo a tomarme las cosas de manera muy literal, a veces me cuesta entender algunas bromas (no las capto rápido) y soy la primera en seguir normas y disposiciones. Este es el tipo de pensamiento que le resulta muy bien por ejemplo a un contador, a un ingeniero o a cualquier profesional que se desenvuelva en un trabajo metódico, de procedimientos y normas.

Pero luego de haber estudiado y trabajado por tantos años en campañas de comunicación, estrategias de marketing, haberme inscrito en cursos de teatro, música y danzas, y gracias a mi formación en coaching, mis resultados del test hoy en día dicen que además de tener una fuerte orientación al pensamiento concreto, he podido desarrollar la capacidad de abstracción, de pensar fuera de la caja, es decir que soy capaz de enfocarme y generar ideas creativas, apoyándome en distintos métodos para darle la vuelta a los conceptos y contextos para crear estrategias que generen valor.

Entonces, podría decir que ¿la creatividad se puede desarrollar? Absolutamente sí. Así como muchas otras habilidades blandas. Desarrollarla requiere de conocimiento, de herramientas, entrenamiento y muchas horas de vuelo. La práctica es imprescindible cuando se habla de desarrollo de habilidades blandas.

Y ya que hemos empezado el año, y ya se nos fue el mes de enero, te invito a entrenar tus habilidades poniéndonos manos a la obra en crear y visionar el futuro.

Para ello quiero que te sitúes y te visualices terminando este 2022. Tómate unos minutos, cierra los ojos un momento y crea el futuro que deseas para ti.

Estas preguntas de coaching te pueden ayudar:

• ¿Cómo me siento hoy al finalizar el 2022?
• ¿Qué proyectos personales he logrado concretar?
• ¿Qué  proyectos profesionales he logrado conseguir?
• ¿Qué habilidades nuevas he desarrollado?
• ¿De qué me siento orgulloso(a)?
• ¿De qué me doy cuenta hoy cuando miro hacia atrás?

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Gracias por regalarte estos minutos.

¿Cómo te has sentido con este ejercicio?

Yo soy de las que piensan que las palabras se las lleva el viento. Y me lo tomo muy en serio, por eso cuando trabajo procesos de coaching y marca personal con mis clientes, les entrego informes con el resumen de lo trabajado, recomendaciones, plantillas accionables, cuadernos de trabajos, entre otros, dependiendo del caso.

Por ello te invito a aterrizar tus ideas y continuar diseñando tu futuro.

Somos creadores de nuestra realidad y nuestra mente es tan potente que cuando estamos pensando en algo, ella cree y asume que se trata de una realidad. Por eso es tan importante visualizar nuestras metas como logradas, permitirnos soñar y creer en nuestra capacidad de merecer y de lograr.

También por ello es importante, tomar atención de los pensamientos que constantemente circulan por nuestra mente para asegurarnos de nutrirla con los mejores, con aquellos pensamientos que nos empoderen y nos ayuden a evolucionar.

Toma del ejercicio anterior, las metas que te planteaste y crea un Vision Board.

¿Qué es un Vision board? Es algo parecido a la imagen que te he compartido.

Puedes usar una cartulina, un corcho o una hoja donde puedas hacer un collage de fotos, imágenes o incluso algunas frases o palabras positivas donde puedas plasmar tu 2022. Diséñalo con colores, recortes, impresiones y asegúrate de tenerlo visible en un lugar donde puedas verlo, si es posible a diario.

Metas claras e intenciones claras:

El vision board sirve para representar visualmente tus objetivos y sueños, elaborarlo te dará claridad y enfoque durante todo el año.

¿Te surgen dudas sobre si debes permitirte soñar tan grande, y pensar que no lo lograrás te genera frustración?

Te regalo un último TIP.

Plantéate metas SMART.

• Siempre que redactes tus metas asegúrate de que éstas sean muy detalladas y Específicas acerca de lo que quieres lograr. Si piensas en algo muy general como “viajar” o “estudiar”, agrégale el “Qué”. Ej. Viajar a Tailandia, Estudiar una maestría en derecho, Certificarme en X metodología ágil.
•  Si tu meta es salir a correr, encuentra la mejor manera de Medir tu logro: “Al final del año estaré preparado y correré una media maratón 21k.” Otro ejemplo sería “Reducir mi nivel de estrés” y lo voy a medir con que mejora mi digestión, o mejora en mi nivel de atención.
•  Si tu meta es muy ambiciosa como “Hablar 4 idiomas” y notas que el tiempo y recursos que le puedes dedicar no son suficientes para alcanzarla este año, a lo mejor puedes plantearte comenzar por uno, o alcanzar un nivel intermedio de uno de los idiomas este año y hacer tu meta Alcanzable sin dejar de ser desafiante. Lo mismo aplicaría para la meta “leer 5 libros al mes” Si estás comenzando a leer y aún no has generado el hábito, probablemente será mejor comenzar por 1 al mes, o unirte a un club de lectura donde puedas compartir con otras personas las mismas motivaciones y apoyarse en el seguimiento.
• Si tu meta es estudiar 10 nuevos cursos, pregúntate si todos ellos son realmente Relevantes a tu desarrollo profesional. Se trata de que la energía, el tiempo y recursos que vas a dedicarle a una meta sea porque ésta te suma y está alineada de alguna manera a tu desarrollo personal o profesional.
• Y por último, si tu meta es ahorrar 3mil dólares, ponte un plazo y si es posible, define plazos más pequeños que te permitan medir tus avances. Es importante que te pongas tiempos con los que puedas comprometerte y cumplirlos.

Estos últimos pasos son muy importantes para que este proceso te llene de satisfacciones y te sirva de impulso para lograr tus metas.

Finalmente, te dejo algunas ideas sobre áreas de desarrollo profesional, que puedes incorporar en tu plan de metas de este año:

•      Desarrollar mi marca personal
•      Mejorar habilidades blandas
•      Iniciar un postgrado
•      Obtener mi título
•      Moverme a una nueva área dentro de mi empresa
•      Hacer mi primera consultoría
•      Trabajar en mi salud emocional
•      Ascender a un cargo de liderazgo
•      Ser un mejor líder
•      Ganar mayor exposición a nivel gerencial
•      Conocerme mejor
•      Mejorar mi imagen personal
•      Asistir a un congreso internacional

¡Te deseo un exitoso 2022!