Por Alexandra San Martin, estudiante de Marketing de la Universidad del Pacífico
Como ya todos conocemos, Twitter, la plataforma de intercambio de mensajes cortos, conocidos mundialmente como “Tuits”, ha cambiado su nombre y logo. La imagen del pajarito azul se ha transformado en una “X” en blanco y negro con una sola línea cruzada en diagonal y una línea doble hacia al otro sentido. Elon Musk escogió este diseño art deco minimalista sugerido por unos de sus seguidores, aunque mencionó que podría cambiarlo en futuro no muy lejano.
El cambio de nombre responde al plan ambicioso de Musk por crear una aplicación multifuncional alimentada de inteligencia artificial que integre comunicaciones y servicios financieros. Al revisar la trayectoria empresarial del multimillonario Elon Musk, nos damos cuenta de que tiene una marcada preferencia por la letra “X”, la cual ha sido usada en sus otras compañías como “Space X” y “xAI”, así como en el modelo “X” de Tesla, uno de los modelos más especiales dentro de la gama. Por si fuera poco, la empresa matriz que controla a la red social se llama “X holdings”, lo cual evidencia la coherencia ligada al nombre.
Es evidente que el cambio de nombre, la transformación del icónico logotipo y los mensajes publicitarios a través de anuncios en la plataforma forman parte de una estrategia de rebranding con el fin de reposicionar a la marca en el mercado. Es decir, se busca cambiar la percepción que tienen los consumidores sobre ella y el uso que pueden darle. Esto respondiendo a los planes de diversificar la funcionalidad de la plataforma haciendo que “X” sea una “aplicación para todo”. Asimismo, cabe mencionar que esta modificación afecta de manera directa a los usuarios y tiene posibles implicancias legales.
En primer lugar, el público tendrá que acostumbrase a no usar más el neologismo “tuitear”, muy arraigado en la cultura popular, ya que los tuits y posts serán reemplazados por “x’s”. Asimismo, el cambio de nombre podría tener consecuencias legales, debido a que el término “X” está presente en numerosos registros de compañías, lo que podría desencadenar a posibles demandas si es que Elon Musk no cuenta con el registro debido.
Por otro lado, es necesario evaluar las consecuencias financieras de esta acción. En concreto, el valor de la empresa se redujo desde que Musk la compró; la medida implementada recientemente eliminó entre $4.000 y $20.000 millones de valor (Bloomberg, 2023). En ese sentido, Brand Finance, la consultora de valoración de marcas, estima que la empresa tiene un valor de $4.000 millones y que ha perdido un 32% de su valor desde el año pasado (Bloomberg, 2023).
Sin duda alguna, esta transformación ha generado reacciones divergentes entre los usuarios de la plataforma. Algunos han elogiado a Elon Musk por su creatividad y su habilidad para pensar fuera de la caja, mientras que otros no aceptan la nueva imagen, ya que han construido una conexión emocional con el antiguo logo, además, hay quienes mencionan que este se asemeja a páginas de adultos o de dating.
Es un hecho que integrar la banca y servicios de pago requerirá mayor confianza de parte de los usuarios, es muy posible que los que no se sientan a gusto con los cambios establecidos migren a otras plataformas como Threads, la red social de microblogging de Meta. Claro está que el visionario magnate quiere revolucionar el mercado del comercio digital. Si bien esta medida le permite diversificar y expandir las funciones de la plataforma, también incurre en ciertos desafíos que deberán ser resueltos con prontitud. Solo el tiempo indicará si esta arriesgada decisión será un éxito rotundo o un fiasco.
Bibliografía:
https://www.bloomberglinea.com/2023/07/26/la-conversion-de-twitter-a-x-acabara-con-miles-de-millones-en-valor-de-marca/#:~:text=El%20valor%20de%20la%20marca,Instagram%20en%20US%2447.400%20millones.
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