Escribe Besly Muñoz Quintana, alumna de Derecho de la Universidad del Pacífico.
“Cómo te controlas a ti mismo, cómo te lideras es fundamental, porque ahí están las bases para liderar a otras personas”- Daniel Goleman.
Liderazgo, líder y liderar son sin duda las palabras más empleadas en los últimos tiempos en la mayoría de los sectores de la sociedad. Como acuña el psicólogo Daniel Goleman, “la inteligencia tiene el mismo valor en todos los sectores, porque no hay negocio si no comprometes a la gente”. Dentro de la búsqueda de un puesto de trabajo esta cualidad no se hace ajena, pues es una competencia cada vez más valorada.
Numerosos estudios como la encuesta de Career Builder demuestran que el 71% de los empleadores valoran más la inteligencia emocional que el coeficiente intelectual (CI). Otras investigaciones también demuestran que la inteligencia emocional estimula la creatividad al fomentar la valentía y generosidad. Al evaluar gerentes de nivel alto, 7 de 10 factores que los hacen distinguir están relacionados con inteligencia emocional por lo que es una de las competencias fundamentales a la hora de conseguir el éxito profesional. En contraste, una encuesta realizada a 500 empresas en Perú, demostró que un 28% de estas firmas consultadas tienen dificultades para conseguir un perfil especializado; siendo el 19% los candidatos que no desarrollaban a su totalidad sus competencias blandas (Gestión, 2015, p.1).
La inteligencia emocional es de los poderes más grandes que un líder tiene desarrollado, según Goleman: “En el mejor de los casos, el CI parece aportar tan sólo un 20% de los factores determinantes del éxito”. Es así, que hoy en día, el concepto de líder ya no se limita a la persona que se focaliza solo en la estrategia, pues en realidad esta estrategia se desarrolla a través de las personas a las que, según como se les trate, rendirán con asertividad en un mundo cada vez más globalizado y competitivo a la hora de hacer negocios en los mercados. Las organizaciones buscan a personas que no estén únicamente preparadas en lo referente a lo técnico, sino que, además, estas personas sean empáticas, adaptables y resolutivas. Estas cualidades dentro de los sectores empresariales y de negocio logran el compromiso de la gente, generan un mejor clima dentro de la organización y optimizan el negocio y el éxito empresarial.
Del mismo modo, el Banco interamericano de Desarrollo afirma que: “Las empresas vienen trabajando la búsqueda de competencias en sus perfiles para lograr resultados sostenibles y rentables.” De esta manera, el rol que el líder desarrollará dentro de la organización, será el de guiar, dirigir, inspirar y motivar a su gente dentro, así como fuera de ella. Esto le permitirá crear no seguidores, sino crear más líderes y conectar con los clientes.
¿QUÉ HACE A UN BUEN LÍDER?
Según Daniel Goleman, no son solo las aptitudes de umbral, el cociente intelectual ni las aptitudes técnicas son lo que hace a un buen líder; sino que se trata de la inteligencia emocional y sus cinco dimensiones las que permiten a los líderes maximizar su potencial y rendimiento; clasificadas por Goleman en:
Autoconciencia: Aptitud para entender y reconocer los estados de ánimo, emociones e impulsos propios y su efecto en los demás.
Autocontrol: Capacidad para controlar o redirigir los impulsos negativos, pensar antes de actuar en la toma de decisiones, tener apertura al cambio y comodidad con la ambigüedad.
Motivación: Pasión por el trabajo y tendencia por luchar por los objetivos con persistencia, además implica el compromiso y la orientación al logro.
Empatía: Habilidad y aptitud para tratar a las personas en relación a sus reacciones emocionales, destreza en formar talento y sensibilidad intercultural.
Habilidad social: Capacidad para encontrar puntos comunes y estrechar lazos en el manejo de relaciones, persuasión y pericia en crear equipos.
¿CÓMO POTENCIAR ESTAS HABILIDADES? ¿NACEN O SE HACEN?
El desarrollo de estas habilidades requiere de deseo sincero y desarrollo comprometido, si bien por un lado estas habilidades se obtienen en el nacimiento mediante la existencia de un componente genético y de los neurotransmisores del sistema límbico; por el otro, todos tenemos la capacidad de hacerlas y potenciarlas. Por ejemplo, la crianza desempeña un desarrollo fundamental de estas en un infante y posteriormente esta aumenta con los años y el grado de madurez a través de factores como la motivación de su entorno, la práctica constante y el feedback de sus pares.
El primer paso, para desarrollar estas habilidades es realizar una mirada de introspección que permita aprender, crecer y experimentar nuevas adaptaciones que son las que generarán la evolución.
El segundo paso, es trabajar en la cultura de “compasión” hacia las emociones de los demás tanto como a las propias “autocompasión”.
En tercer paso, es desarrollar una comunicación asertiva que fortalezca los vínculos y el networking continuo dentro de la empresa, lo que supone un entrenamiento y capacitación continua.
Finalmente, la convergencia entre el análisis cuantitativo y cualitativo debido a que este a la hora de evaluar el desempeño de una persona, supone darle el mérito correcto y transmitir la confianza necesaria, lo que a su vez potenciará sus habilidades.
EL ÉXITO Y EL LIDERAZGO TE PERTENECEN POR DERECHO-ROBIN SHARMA
Para Robin Sharma coach empresarial y autor de “El líder que no tenía cargo”, todos tenemos el potencial de ejercer el liderazgo desde cualquier posición en la que nos encontremos. Si el empleo que ocupas está en el puesto más bajo o alto de la jerarquía organizacional o si eres el dueño de tu propio negocio, puedes ser líder en cualquier momento y circunstancia haciendo lo mejor y máximo posible en cada situación. Sharma plantea que no hace falta tener un cargo, puedes descubrir los secretos de la innovación profunda, desarrollar nuevas tácticas, emplear nuevas técnicas y/o encontrar estrategias de resolución de conflictos. También plantea que cuanto más profundas sean tus relaciones, más fuerte será tu liderazgo, esto significa tratar con respeto, aprecio y bondad a los miembros de la organización, esto elevará la cultura organizacional. Por último, para ser un gran líder, primero hay que ser una gran persona, esto implica tener el poder de inspirar, influir y ser un buen ejemplo.
Por lo tanto, no importa el lugar que ocupes en el organigrama empresarial, tienes la capacidad de desarrollar el liderazgo y la inteligencia emocional, liberar tu máximo potencial y ser parte de la revolución del mercado laboral.
Bibliografia:
-
«Liderazgo que da resultados»,«¿De qué está hecho un líder?» de Daniel Goleman y El líder resonante crea más (Debolsillo, 2010)
-
Inteligencia emocional en la empresa(Daniel Goleman, 1995)
-
El lider que no tenía cargo(Robin Sharma- Debolsillo, 2013)
-
Habilidades blandas a la vena(David Fishman,2022)
-
Leadership Success and Emotional Intelligence in the Middle East
The Business Case for Emotional Intelligence
-
https://www.iebschool.com/blog/liderazgo-inteligencia-emocional-coach-management/
-
https://www.aecoc.es/articulos/tdn-daniel-goleman-el-remedio-universal-es-la-compasion/
-
(Banco interamericano de Desarrollo [BID], 2012, p.79).
-
(Gestión, 2015, p.1)
COMENTARIOS
DEJE SU COMENTARIO
La finalidad de este servicio es sumar valor a las noticias y establecer un contacto más fluido con nuestros lectores. Los comentarios deben acotarse al tema de discusión. Se apreciará la brevedad y claridad.