El vino de la semana presenta,
Cepas patrimoniales: la nueva apuesta de los vinos chilenos en el Perú
El vecino país del sur continúa sorprendiendo al consumidor peruano con vinos más exclusivos, de características muy particulares y de producción inspirada en tradiciones originarias.
Como uno de los compañeros perfectos de la gastronomía peruana; así se presenta en nuestro país el vino chileno. Y en maridaje con la gran variedad de platos que brinda nuestra cocina, el vecino país arriba con nuevas y llamativas propuestas que vienen a complementar la oferta de vino presente.
Se trata de sus denominadas “cepas patrimoniales”. Vinos de larga data, de las regiones del Maule y Biobío -en la zona centro sur de Chile-, en que sus productores están realizando un esfuerzo para revalorizar este añoso producto, de más de 100 años de antigüedad. Variedades particulares de uvas, sumado a su ubicación geográfica y su proceso productivo artesanal, dan como resultados vinos especiales y que traen novedades para los exigentes paladares locales.
Con la intención de dar a conocer estos vinos es que la Embajada de Chile y su oficina comercial en Perú organizaron una degustación protagonizada por seis viñas chilenas: J Bouchon, Montes, Casa Lapostolle, David Marcel y Gustavo Martínez Suazo de Pipeño Chile. Todas viñas actualmente con presencia en el país.
“Lo interesante de esta muestra, además de mostrar la diversidad de oferta vitivinícola que Chile pone a disposición del consumidor peruano, es que nuestro país está haciendo un rescate histórico y cultural. A través de cada copa no solo compartimos un vino, sino que identidad del campo chileno, trazabilidad, prácticas y modos de producción, historia y calidad. Es un regreso al origen del vino chileno” expresó Sandra Sayán, de la oficina comercial de Chile en Perú.
Geográficamente, son vinos que corresponden a la zona conocida como “secano interior”. Vinos regados nada más que por las lluvias de invierno, y dada su ubicación hasta la vendimia es más compleja, ya que la maquinaria industrial no puede acceder a esos predios.
Se describe como un vino simple, sin intervenciones, que reflejan su terroir e identidad local. Las cepas patrimoniales han sido lideradas por viñas pequeñas de esas localidades. Sin embargo, la personalidad única de estas propuestas han llevado a que empresas de diversos tamaños también se hayan interesado en su producción, siempre a escalas reducidas.
Dentro de ellas destacan las cepas país, Cinsault, Carignan, Semillón, Corinto y Torontel, entre otras.
La promoción internacional de estas cepas cuenta con el apoyo de ProChile, desde el año 2017, con miras a diversificar la oferta de vino chileno en el mundo, y enseñar a sus consumidores sobre la riqueza vitivinícola que cuenta el país.
Vino chileno en cifras
En el 2017 Chile ocupó el segundo lugar como proveedor de vinos de Perú, tanto en valor CIF (US$8,9 millones) y en volumen (3,3 millones de litros). Estas cifras lo hicieron poseedor del 24% del mercado local. Situación que se ha mantenido durante los primeros ocho meses de 2018, esta realidad se ha mantenido, alcanzando una participación de mercado del 23%.
Ahora bien, a nivel mundial, en 2017 Chile exportó US$ 2.023 millones, logrando un record histórico en ventas al extranjero, superando por primera vez la barrera de los US$ 2.000 millones, según datos de ProChile con fuente del Banco Central de su país.
Perú es el sexto mercado de destino de nuestras exportaciones de vino embotellado en América Latina. Gracias Sandra Sayán, de la oficina comercial de Chile en Perú, un placer degustarlos y seguir maridándolos con nuestra sabrosa y compleja gastronomía.
José Bracamonte
Sommelier
@josebracamonte7
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